¡Hola chicos! Siento no haber pasado por aquí, pero estoy enganchada a varias lecturas al mismo tiempo por lo que me quitan una buena parte de mi tiempo libre. Durante la próxima semana os traeré un par de reseñas, con muy buenas notas por ahora. Uno de los motivos principales que me llevaron a hacer el especial de literatura japonesa fue un boletín que recibí de la editorial Impedimenta, por ello me parece justo hacer hincapié en sus títulos, además hay algunos que tienen buena pinta.
Flores de verano de Tamiki Hara
Tamiki Hara se hallaba en Hiroshima el día 6 de agosto de 1945 a las ocho y quince minutos, momento en que estalló la bomba que impondría una nueva manera de contemplar el mundo. Como él mismo describe en su impactante Flores de verano (obra ganadora del Premio Takitaro Minakami), en ese instante el autor se hallaba en una casa construida por su padre, lo suficientemente lejos del lugar de la explosión, gracias a lo cual pudo sobrevivir. Valiéndose de tres momentos narrativos diferentes, Hara narra el antes, el durante y el después de la tragedia. Con un lenguaje exento de florituras, durísimo, preciso y contundente, pero lleno de una hermosura casi poética, el autor narra cómo afloran a su alrededor la confusión, la destrucción, el horror, y lo mejor y lo peor de la condición humana. Esta obra, de una crudeza inusual, sufrió durante años la censura que prohibía a los japoneses publicar ningún tipo de escrito sobre la guerra. Es la primera vez que se traduce al castellano.
La bailarina de Ogai Mori
Hermosa alegoría sobre el amor y la renuncia, La bailarina es una de las piezas más delicadas
del japonés Ōgai Mori, máximo exponente, junto a Natsume Sōseki, de la literatura nipona de la era Meiji. Fruto del viaje de su autor a Alemania, país al que se trasladó para perfeccionar sus estudios de Medicina, La bailarina narra, casi en una imagen especular de la Madame Butterfly de Puccinni, el improbable encuentro de Toyotarō Ōta, un joven estudiante japonés, con una bailarina alemana, pobre y bellísima, que poco a poco lo va seduciendo hasta atraparlo. Toyotarō, que por educación posee un acerado sentido del honor, debe elegir entre su carrera y sus violentos sentimientos amorosos hacia la muchacha. La bailarina constituye una fábula de una sencillez pasmosa, que aúna amor, abandono y culpa. Un auténtico clásico de la literatura japonesa por fin recuperado en castellano.
Botchan de Natsume Soseki
Botchan es un indiscutible clásico de la moderna literatura japonesa y, desde hace más de cien años, una de las novelas más celebradas por los lectores de aquel país. Considerada el Huckleberry Finn nipón, y comparada también con El guardián entre el centeno, narra las aventuras de Botchan, un joven tokiota descreído y cínico, alter ego de Soseki, al que mandan como profesor a una escuela rural situada en la remota isla de Shikoku. En su nuevo destino pronto se topará con una serie de insólitos personajes, como el jefe de estudios «Camisarroja» o el «Calabaza», un triste profesor de ciencias de aspecto enfermizo y ánimo sombrío. Pero sobre todo se verá obligado a hacer frente a una auténtica caterva de fieros alumnos asilvestrados, que se consagrarán a hacerle la vida imposible. Perspicaz y penetrante, tierna y diferente, Botchan es una de las más hilarantes y entretenidas novelas japonesas de todos los tiempos.
Soy un gato de Natsume Soseki
«Soy un gato, aunque todavía no tengo nombre.» Así comienza la primera y más hilarante novela de Natsume Sōseki, una auténtica obra maestra de la literatura japonesa, que narra las aventuras de un desdeñoso felino que cohabita, de modo accidental, con un grupo de grotescos personajes, miembros todos ellos de la bienpensante clase media tokiota: el dispéptico profesor Kushami y su familia, teóricos dueños de la casa donde vive el gato; el mejor amigo del profesor, el charlatán e irritante Meitei; o el joven estudioso Kangetsu, que día sí, día no, intenta arreglárselas para conquistar a la hija de los vecinos. Escrita justo antes de su aclamada novela Botchan, Soy un gato es una sátira descarnada de la burguesía Meiji. Dotada de un ingenio a prueba de bombas y de un humor sardónico, recorre las peripecias de un voluble filósofo gatuno que no se cansa de hacer los comentarios más incisivos sobre la disparatada tropa de seres humanos con la que le ha tocado convivir.
Sanshiro de Natsume Soseki
Considerada la novela puente entre las dos obras maestras de Natsume Soseki, Kokoro y Botchan (Premi Llibreter 2008), Sanshiro es una deliciosa sátira que derrocha ternura y humor a la japonesa. Sanshiro es un muchacho de pueblo que se muda a la cosmopolita Universidad de Tokio para estudiar Literatura. Durante el año que permanece en la ciudad se verá obligado a confraternizar con los esnobs tokiotas, además de con temibles muchachas occidentalizadas, afamados escritores, abnegados científicos y, sobre todo, con su mejor amigo, Yojiro, un adorable granuja, una auténtica comadreja que constantemente meterá a su tímido colega en líos. Por si fuera poco, Sanshiro acabará enamorándose locamente de una muchacha con ínfulas artísticas, y esa será su perdición. Con Sanshiro, Soseki vuelve a sorprendernos con una novela que trasciende épocas y continentes, y nos dibuja un irónico retrato de esa sociedad fronteriza que fue el Japón de la Era Meiji.
Pues no me llama mucho, la verdad. Al menos por ahora. Pero muchas gracias por la información ^^
ResponderEliminarTe recomiendo "Soy un gato" :) Es muy bueno.
ResponderEliminarDe los demás, hay ganas de leer Botchan. Del resto esperaré a ver reseñas.
@Veritas ¡De nada! ^^
ResponderEliminar@Hisuin ¿Si? Ese me llama bastante, quizás me lo lea algún día. Gracias por la recomendación. ¡Un saludo!