Maggie O'Farrell - Tiene que ser aquí

viernes, 24 de marzo de 2017



Título original: This Must Be The Place
Traducción: Concha Cardeñoso
Año: 2016
Editorial: Libros del Asteroide
Páginas: 472
Valoración: ★★


Mi primer contacto con Maggie O'Farrell fue a través de una hoja de instrucciones. Un pequeño gran libro sobre cómo combatir temperaturas elevadas y borrascas domésticas. Ahora, la escritora británica regresa con una obra, su séptima publicada, que causa sensaciones allí donde está siendo leída. Y no es de extrañar, pues O'Farrell posee un prodigioso artefacto narrativo que disecciona y analiza de manera sobresaliente las más extrañas dinámicas familiares. El secreto de su éxito radica en su capacidad de adaptación. O'Farrell se mete en la piel de todo tipo de personajes en todo tipo de circunstancias, tan alejadas las unas de las otras como lo pueden estar Dublín y Nueva York en un mapa. 

En el caso de Tiene que ser aquí, la trama gira en torno a dos personajes unidos por el azar: por un lado, Claudette, una célebre actriz de Hollywood que se retiró de la vida pública tras protagonizar un escandaloso desencuentro con el director de su última película y que ahora no duda en apuntar con una escopeta a cualquiera que la apunte a ella con una cámara. Por el otro, Daniel, un apasionado profesor de lingüística que acarrea un turbio secreto sobre sus espaldas, algo terrible que sucedió veinte años atrás y que regresa a su vida para ponerla patas arriba. 

El matrimonio formado por estos dos personajes (el segundo para ambos) supone el terreno sobre el que O'Farrell construye su particular novela. Un edificio al que se van incorporando hijos, padres, amigos, compañeros de trabajo o incluso completos desconocidos. Narrada desde innumerables puntos de vista, utilizando diferentes formatos (hay un capítulo en el que la historia transcurre por medio de objetos ofertados en una subasta) y siguiendo una estructura completamente anárquica con incesantes cambios de espacio y tiempo, Tiene que ser aquí nos ofrece diversos destellos de lo que significa una vida en común para cada una de las partes implicadas. Perspectivas que a veces no coinciden, pero que siempre se complementan. Esta pluralidad narrativa, aderezada con ligeros toques de humor, enriquece y agiliza mucho la lectura de la novela, sobre todo porque sus capítulos no descansan los unos sobre los otros, sino que constituyen entidades únicas e independientes que van añadiendo sucesivas capas de significado (no siempre tan evidente) al conjunto.


«Es casi indescriptible el alivio que siento cuando me toca. Creo que nuestro idioma no tiene una palabra suficientemente generosa que sea capaz de expresar la euforia que me embarga al hundir la cara en su pelo, al zambullirme dentro de su abrigo y apretar su cuerpo contra el mío. ¡Qué redención, recibir amor! Cuando nos aman damos lo mejor de nosotros. No hay nada que pueda sustituirlo».


Por supuesto, no todos los personajes secundarios están igual de matizados ni todas las historias se resuelven con la misma contundencia, pero hay algo en el complejo entramado argumental de la novela que te impulsa a seguir leyendo aun cuando ciertos tramos no brillan demasiado. Quizá sea una cierta sensación de volatilidad, de que nada es como podría haber sido y de que nuestras existencias penden de hilos frágiles e invisibles sobre los que no tenemos ningún control. Al fin y al cabo, ¿qué determina el rumbo de nuestra vida sino un conjunto de decisiones no tomadas? ¿Qué es el pasado sino un saco de piedras en forma de acontecimientos?

Maggie O'Farrell reflexiona sobre estas y otras muchas cuestiones de manera soterrada, cediendo en todo momento las riendas al lector, cincelando la identidad de sus protagonistas a través de miradas ajenas, de experiencias que afectan, no tanto a ellos mismos, sino a personas de su alrededor. Adicciones, enfermedades crónicas, infertilidad, muerte, desamor... O'Farrell emprende un recorrido bastante amplio por el espectro de la experiencia humana y nos lega sus conclusiones por medio de un estilo sobrio, quizá demasiado, a medio caballo entre la esperanza y la resignación. Sin duda, O'Farrell ha apostado por un recurso tan interesante como complejo, siendo el resultado una novela curiosa y amena, pero un poco insatisfactoria, eso sí, para quien hayan leído otras obras de la autora. 

2 comentarios :

  1. Creo que siempre que me paso por aquí a leer alguna de tus reseñas me voy directo a apuntar una nueva lectura. Por supuesto, esa novela, que pinta como todo lo que me gustaría leer, no ha sido la excepción. Y mucho menos ahora que he encontrado un pequeño lugar en mi ciudad en donde los libros de esta editorial se venden.

    Un saludo.

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  2. Lectura que me apunto. Bueno, en mi caso, Libros de Asteroide suele ser siempre acierto seguro. Con sus más y sus menos.
    Me gusta lo que cuetnas de la historia, el hecho de que la historia se construya desde las diferentes perspectiva, creo que es lo que hace que la historia no solo sea contada, sino que se enriquezca con diferentes matices.
    Me lo apunto.
    Un saludo

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