Elena Ferrante - La amiga estupenda

martes, 30 de agosto de 2016


Aunque la identidad de Elena Ferrante continúa siendo un misterio, su nombre ha ido cobrando una popularidad cada vez mayor a lo largo de los últimos años, desde que irrumpió con fuerza en el panorama literario internacional mediante un cuarteto de novelas denominadas 'napolitanas' que poco a poco han ido granjeándose un fervor y admiración imparables. Más allá del morbo y la expectación mediática que es capaz de generar, si hay algo digno de interés acerca del fenómeno Ferrante es que ha logrado devolver el foco de atención a lo que de verdad importa: las historias. Y lo ha hecho reivindicando el anonimato de manera visceral. Eliminando de la ecuación todo lo que estorba para que resplandezcan la verdad, la naturalidad, la desnudez de las emociones. Desprovista de cualquier clase de artificio, la escritura de Elena Ferrante se caracteriza por una sencillez abrumadora que, no obstante, esconde toda la profundidad de la experiencia humana. Así lo atestigua este primer volumen de la saga Dos amigas, un ambicioso proyecto literario que pretende recorrer la vida de dos mujeres unidas por una amistad tan sólida como entrañable. 

Como siempre, Lila se pasa, pensé.
  Estaba ampliando hasta la exageración el concepto de rastro. No solo quería desaparecer ella, ahora, con sesenta y seis años, sino borrar además toda la vida que había dejado a su espalda.
  Me dio mucha rabia.
  Veremos quién se sale con la suya, me dije. Fue entonces cuando encendí el ordenador y me puse a escribir hasta el último detalle de nuestra historia, todo lo que quedó grabado en la memoria.

Como su propio título deja adivinar, La amiga estupenda retrata la infancia y adolescencia de Lenù y Lila, dos niñas inquietas y revoltosas que se crían en la ciudad de Nápoles durante los años 40 y 50 del siglo XX. Allí deben hacer frente, no solo a los desafíos propios (y en apariencia insalvables) de la edad, sino a la realidad cotidiana de una época marcada por la inestabilidad política y financiera en un barrio humilde donde la pobreza, las contiendas familiares y los escándalos vecinales determinan la voluptuosa dinámica del poder. Narrada en primera persona por Lenù, esta parte introductoria de La amiga estupenda goza de una reconfortante y acogedora cualidad crepuscular, casi mística, que no es sino el fiel reflejo de la impronta que dejan esos primeros años en nuestra memoria. Gran parte de los conflictos que se plantean durante los compases iniciales de la novela giran en torno al ámbito escolar, los amigos, las horas de juego, la presión por destacar en los estudios y, en general, describen de manera excepcional la perspectiva limitada e inocente que tienen los niños sobre cómo se desenvuelve la vida en la esfera de los adultos.

Sin embargo, lo que más me ha gustado del relato de Lenù es cómo narra la enorme fascinación que ejerce sobre ella su amiga Lila, personaje que se pasea por las páginas de La amiga estupenda como el contrapunto pícaro y más descarado de la protagonista, una presencia tremendamente influyente que parece a ojos de su amiga estar en posesión de una gracia y determinación innatas. La relación entre estas dos niñas, asentada sobre una admiración mutua y una competitividad en ocasiones poco beneficiosa, atraviesa un sinfín de vaivenes que pondrán a prueba los términos de su amistad a base de reveses inesperados, distanciamientos ocasionales y las complicaciones habituales que traen consigo los amoríos adolescentes.

Las mujeres peleaban entre ellas más que los hombres, se agarraban de los pelos, se hacían daño. Hacer daño era una enfermedad. De niña imaginaba que unos animales pequeñísimos, casi invisibles, venían de noche al barrio, salían de las charcas, de los vagones de los trenes abandonados más allá del terraplén, de las hierbas malolientes llamadas fétidas, de las ranas, de las salamandras, de las moscas, de las piedras, del polvo, y entraban en el agua, en la comida y el aire, para que nuestras madres y nuestras abuelas se volvieran rabiosas como perras sedientas. Estaban más contaminadas que los hombres, porque ellos se enfurecían por cualquier cosa pero al final se calmaban, mientras que ellas, en apariencia silenciosas y complacientes, cuando se enfadaban iban hasta el fondo de su rabia sin detenerse nunca.

Ahora bien, esta emotiva y admirable amistad entre Lenù y Lila no es lo único que hace de La amiga estupenda una lectura tan especial. Tal y como apuntaba antes, el estilo de Elena Ferrante y la propia estructura coral de la novela, organizada en capítulos muy cortos a modo de episodios de este serial que protagonizan Nápoles y sus pintorescos habitantes, son clave a la hora de entender la facilidad pasmosa con la que la escritora italiana nos hace conectar con sus ficciones. Ferrante ha escrito una obra que se devora a una velocidad vertiginosa y que disecciona conflictos mundanos, comunes, cercanos, pero no por ello menos angustiosos ni cruciales. En mi caso, su éxito radica en una sublime recreación de sentimientos y vivencias por medio de imágenes muy potentes y, en ocasiones, un tanto perturbadoras (nunca olvidaré esa escena en la que Lila sale disparada por una ventana tras una riña familiar). La amiga estupenda es de esas novelas donde la distancia con los hechos narrados se reduce peligrosamente a un nivel en el que sufres con los personajes y te alegras por ellos cuando la vida les sonríe de manera fugaz. Además, todo en ella está perfectamente sincronizado, la comedia intercalada en su justa medida con el drama en un tenso equilibrio que al final explosiona de modo abrupto y totalmente apotéosico.

He de reconocer que al principio tenía mis reticencias con este libro, pero su lectura las ha volatilizado de manera fulminante. No hay por qué disimularlo: La amiga estupenda es una de las mejores novelas que han caído en mis manos en lo que va de año y no veo el momento de hincarle el diente al siguiente volumen de la saga. ¿Y vosotros? ¿Vais a seguir retrasando el momento de conocer a Elena Ferrante?



Título original: L'amica geniale (Dos amigas #1)
Traducción: Celia Filipetto
Año: 2011
Editorial: Lumen
Páginas: 392
Valoración: ★★★★





2 comentarios :

  1. Pues empecé a leer uno que comenzaba en un entierro así que no sé si sería este o no por lo que te dije de que pensaba que era una trilogía xD Es la Sia de las letras.

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  2. Es la segunda reseña que leo de este libro y ambas son muy positivas, estoy sintiéndome tentado, pero por ahora lo dejaré pasar.
    Buena reseña!
    Besos desde ¿Realidad? no, libros:)

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