►Título original: Beautiful World, Where Are You
►Traducción: Inga Pellisa
►Año: 2021
►Edición: Literatura Random House (2021)
►Páginas: 328
Cuando leí el debut de Sally Rooney (Castlebar, 1991) en 2018 no me podía llegar a imaginar el
fenómeno de masas en el que se acabaría convirtiendo aquella jovencísima y desconocida autora de
Conversaciones entre amigos. 4 años y solo otra novela después, aquí estamos, analizando las claves
del éxito de una Rooney que, convertida ya en indiscutible estrella del firmamento literario e icono
millennial, ha conseguido que su tercer trabajo sea considerado como uno de los acontecimientos editoriales
más importantes del año. ¿Ha llegado Sally Rooney para destronar a Hannah Horvath como la voz de una
generación? Solo el tiempo dará la respuesta, pero lo que me parece estar fuera de toda discusión es que la
narrativa de Sally Rooney, con su asombrosa facilidad para plasmar nuestro paradigma existencial, logra
conectar con los sentimientos y preocupaciones más acuciantes de una juventud desencantada y falta de
expectativas.
Y es que los personajes de Dónde estás, mundo bello (título inspirado en un poema de Friedrich Schiller),
a pesar de sus circunstancias y antecedentes dispares, coinciden en una turbulenta encrucijada de
incertidumbre vital. Alice, que bien podría ser un trasunto literario de la propia Rooney, es una joven
escritora que ha dado el pelotazo después de solo dos novelas —adaptación cinematográfica incluida— y que ha
huido de su Dubín natal para escapar del bloqueo creativo en el que se halla inmersa. Durante su abrupto
retiro en la costa irlandesa, Alice conoce a un chico llamado Felix con el que entabla una dinámica algo tóxica, repleta de
equívocos y malentendidos que la hacen cuestionar su capacidad para los afectos. A su vez, Alice mantiene una relación de correspondencia vía e-mail con su
amiga de la infancia Eileen, asistente de una revista literaria que, a punto de entrar en la treintena, acaba
de sufrir un duro revés emocional justo cuando percibe que su trayectoria profesional parece estar
diluyéndose en un futuro incierto. Para colmo, Simon, un viejo conocido de la familia que compagina su labor como asesor parlamentario con las inquietudes espirituales, reaparece en la vida de Eileen para remover asuntos no resueltos del pasado.
A través de estos cuatro individuos, Sally Rooney construye una ficción de tintes novelescos que
gira en torno al amor, la amistad, el sexo con lágrimas y un sinfín de exabruptos emocionales cargados de crítica social
y perspectiva de clase. Tanto Eileen como Alice, cuyo sutil distanciamiento es uno de los focos de tensión
sobre los que se apoya la historia, sostienen opiniones contundentes sobre temas políticos, religiosos y
económicos de candente actualidad. Sin embargo, pronto llegan a cuestionarse la utilidad de mantener
ciertas posturas ideológicas cuando ahí fuera, el mundo real parece abocado al desastre. Sugerente, irónica e
inesperadamente divertida, Dónde estás, mundo bello es una novela repleta de reflexiones interesantes
sobre la condición del mundo contemporáneo, una novela conmovedora e inteligente, de una intimidad casi incómoda, que ahonda en la
psicología de los personajes con la precisión de un escalpelo, pero sin renunciar en ningún momento a la
bondad, la ternura y la empatía. Ambientada durante los últimos coletazos de un mundo prepandemia que
contemplaba, sin saberlo, la llegada del Apocalipsis, la novela de Rooney parece, si no un fiel reflejo, una
aciaga precursora de los tiempos que nos ha tocado vivir y de su desazón endémica. Léanla, no es momento de renunciar a tanta
belleza.
«Supongo que podríamos decir que las antiguas formas de estar juntos eran erradas —¡lo eran!— y que no queríamos repetir los mismos errores de siempre —¡no queríamos!—, pero cuando derribamos lo que nos tenía aprisionados, ¿con qué pensábamos reemplazarlo?»
PUNTUACIÓN: ★★★☆
Tras leer Conversaciones entre amigos y Gente normal me prometí no caer más y he cumplido.
ResponderEliminarNo acabo de entender el éxito de Rooney (igual me ha pillado mayor), reconozco sus dotes como narradora aunque su estilo no sea muy brillante, pero es que dos novelas haciendo trampas (las acciones, muchas veces difíciles de justificar, de sus personajes siempre son justificadas por un trauma que jamás se explica) creo que me tomaré un tiempo antes de darle otra oportunidad