Top 20: Los mejores libros de 2018

jueves, 20 de diciembre de 2018


Como viene siendo tradición por estas fechas, ha llegado el momento de publicar la lista con mis mejores lecturas de 2018. De entre casi un centenar de candidatos, estos son los veinte títulos que más me han hecho vibrar este año; veinte libros muy dispares vinculados por un importante denominador común, a saber, haber demostrado que la literatura no ha perdido la capacidad de sorprender, de innovar, de emocionar, de aleccionar, de transformar. Que la literatura, por muchos años y géneros que pasen, está muy lejos de haber caído en desgracia. 


20. Meena Kandasamy, Cuando te golpeo. MALPASO, 208 PÁGINAS

Seducida por los férreos ideales políticos de su pareja —un reputado profesor universitario de la India—, la protagonista de Cuando te golpeo se embarca en una relación abusiva que pondrá a prueba los límites de su resistencia tanto física como psicológica. La novela de Meena Kandasamy (Chennai, 1984) es un relato crudo y descarnado que pone de relieve los estragos de la violencia doméstica con una notable ausencia de sentimentalismo. Cuando te golpeo es, además de crónica macabra, un extraordinario manifiesto sobre las posibilidades reconstituyentes de la autoficción. Un serio correctivo, también, para quienes desplazan la mirada hacia lugares más cómodos o quienes, bajo ridículos pretextos, prefieren no ver nada en absoluto.


19. Sarah Perry, La serpiente de Essex. SIRUELA, 408 PÁGINAS

Con un refrescante toque de originalidad y picardía, Sarah Perry (Essex, 1979) reabre en su aclamada novela el clásico debate entre religión y ciencia constituyendo como portavoces a un clérigo escéptico y a una naturalista crédula. Además de un fantástico elenco de personajes y de una historia cautivadora, La serpiente de Essex cuenta con una exquisita prosa que convierte en puro deleite la lectura de cada una de sus frases. Sarah Perry encandila con sus exuberantes descripciones del paisaje rural inglés, envuelto siempre en un brumoso velo que depara toda clase de espejismos y visiones extrañas.


18. Ayòbámi Adébáyò, Quédate conmigo. GATOPARDO EDICIONES, 336 PÁGINAS

Ayòbámi Adébáyò (Lagos, 1988) es una de esas nuevas voces que están contribuyendo a que la literatura procedente de Nigeria cobre cada vez mayor protagonismo dentro del panorama internacional. Puede que la de Ayòbámi Adébáyò no sea una propuesta innovadora ni revolucionaria, pero su visión aciaga y sin aditivos acerca de la maternidad y el papel de la mujer en una sociedad marcada por unos valores tradicionales es sin duda uno de los relatos más desgarradores que podrás leer en mucho tiempo. Adébáyò expone la fragilidad de las relaciones domésticas, sustentadas por hilos invisibles y acuerdos tácitos, y pregunta cuánto estarías dispuesto a sacrificar en nombre de la felicidad de los demás. Sin duda, Quédate conmigo es un excelente debut que nos recuerda la importancia de dar visibilidad a otras formas de ser madre.


17. E.M. Forster, Algunos libros. ALPHA DECAY, 312 PÁGINAS

Algunos libros recoge una magnífica selección elaborada por Gonzalo Torné de las charlas radiofónicas que E.M. Forster —autor de novelas como Regreso a Howards End, Maurice, Una habitación con vistas y Pasaje a la India— impartió semanalmente en la BBC a lo largo de casi tres décadas. En su faceta de comentarista y divulgador, Forster destaca por la cálida y acogedora sencillez de su monólogo, articulado siempre en torno a su interés absoluto por la paulatina formación literaria del oyente. Por aquí desfilan indistintamente poetas, novelistas, filósofos y ensayistas como William Shakespeare, Jane Austen, James Joyce, Stefan Zweig o Bertrand Russell, sobre cuyos textos recae sin un ápice de ampulosidad la diáfana e interesantísima mirada crítica de Forster.


16. Maurice Dekobra, La Madona de los coches cama. IMPEDIMENTA, 304 PÁGINAS

La Madona de los coches cama es, sin ninguna duda, una de las novelas más hilarantes y descaradas que podrás leer en mucho tiempo. Su protagonista, lady Diana Wynham, es una despampanante aristócrata escocesa cuya mayor satisfacción consiste en escandalizar a la sociedad de su época y protagonizar todo tipo de pervertidas habladurías. Junto al inseparable Séliman, Diana se embarcará en una descacharrante aventura por media Europa plagada de espías, revolucionarios sin escrúpulos y amantes despechadas. Dekobra reflexiona aquí sobre totalitarismos y diferencias de clase con la socarronería que le caracteriza, pero sin perder ni un ápice de contundencia.


15. Vivian Gornick, Apegos feroces. SEXTO PISO, 224 PÁGINAS

Del retrato tan vívido e intenso que hace Vivian Gornick de la figura materna se desprende un talento narrativo poco común, una compulsión rayana en lo obsesivo que trata por todos los medios de purgar los demonios presentes en el vínculo que las une. Esta dicotomía, esta angustia engendrada por amar lo que nos duele, es el feroz apego que consume a Vivian Gornick y que la escritora norteamericana utiliza como combustible de su narración. Más allá de lo que cuenta, lo que hace de Apegos feroces un libro tan sobresaliente es la voz que se emplea para contarlo, una voz que a veces grita y otras susurra, pero que en todo momento seduce.


14. Haruki Murakami, La muerte del comendador. Libro 1, TUSQUETS, 480 PÁGINAS

Con estudiada familiaridad, Murakami nos invita en La muerte del comendador a caer de nuevo por su particular madriguera de conejo. Por suerte, la fascinante y surrealista escenografía murakamiana no se nutre de soluciones coherentes ni explicaciones racionales, sino que se basta a sí misma para despertar el más absoluto sentido de la maravilla. Solo Haruki Murakami es capaz de mezclar ingredientes tan dispares y conseguir que el conjunto adquiera una despampanante y enigmática solidez. Entre la vigilia y el sueño, Murakami traza en su última novela un descorazonador boceto de la absurda condición humana en el que la incomprensión, la soledad y la alienación monopolizan cualquier intento de conexión con nuestros semejantes.


13. Peter Cameron, Un fin de semana. LIBROS DEL ASTEROIDE, 248 PÁGINAS

Publicada originalmente en 1994, Un fin de semana se aproxima a la desbordante complejidad del duelo desde una perspectiva intimista y, muy en la línea del autor, marcada en todo momento por la contención narrativa y una enorme sutileza. Cameron elabora una historia tan descorazonadora como auténtica sobre la crueldad del amor, el yugo de la amistad y el ingrato papel que juegan las expectativas en nuestras relaciones interpersonales. Conmovedora y sagaz, tierna en las formas, pero incontestable en sus conclusiones. Así es Un fin de semana; una historia, en definitiva, cargada de sensualidad y erotismo, de sangrante verdad y de la fatalidad crepuscular que va aparejada al final del verano. 


12. Rumer Godden, El río. ACANTILADO, 144 PÁGINAS

Entendida como un homenaje a esa infancia crepuscular en la que uno adquiere la sensación de lo que se avecina, pero aún no es capaz de delimitar sus contornos, El río, con sus evocadoras imágenes y su absorbente atmósfera cargada de cambios, es una historia absolutamente entrañable que nos ayuda a comprender el proceso de madurez de su joven protagonista sin ahogarnos en la tristeza ni la melancolía. Su bien estudiada concisión, lejos de restarle intensidad al relato, acentúa el carácter efímero e inaprensible del hermoso —y en ocasiones cruel— retrato de la niñez que Rumer Godden consigue plasmar con apabullante exquisitez entre las páginas de El río.


11. Olivia Laing, The Lonely City. CANONGATE BOOKS, 336 PÁGINAS

En clave de ensayo con tintes autobiográficos, The Lonely City se aproxima al corazón mismo de la soledad desde una perspectiva que trata de abordar la compleja naturaleza de este sentimiento universal. Olivia Laing medita de manera brillante sobre las causas que la generan y establece conclusiones tan sorprendentes como fascinantes en su análisis de los grandes fenómenos culturales, políticos y sociales que se han dado cita en las calles de Nueva York a lo largo del pasado siglo XX. Multitudinaria e inhóspita, cuna de artistas transgresores e incomprendidos que experimentaron, como Laing, el terrible peso de la reclusión y el rechazo, Nueva York se convierte en The Lonely City en el escenario donde la soledad adquiere su dimensión más corporal.


10. Zadie Smith, Tiempos de swing. SALAMANDRA, 432 PÁGINAS

En su novela más reciente, Zadie Smith recorre las vidas dispares de dos niñas británicas que comparten el sueño de convertirse en bailarinas. A pesar de lo inquebrantable que parece su relación, a medida que las dos chicas emprenden sus propios caminos, las sutiles diferencias de clase y raza irán deteriorando los vínculos de confianza y lealtad forjados durante la infancia. Inteligente como siempre y conmovedora como nunca, Zadie Smith se muestra en Tiempos de swing como una socióloga implacable que viene a desenmascarar a golpe de narrativa las sucintas desigualdades instauradas en la inconsciente clase media contemporánea.


09. Sally Rooney, Conversaciones entre amigos. LITERATURA RANDOM HOUSE, 336 PÁGINAS

El deslumbrante debut literario de Sally Rooney constituye una lectura cuya originalidad, frescura y arrebatador desparpajo pudieran verse empañados por el carácter aparentemente frívolo de la historia. Sin embargo, la narrativa de Rooney posee una sugerente e hipnótica cadencia ante la que es imposible permanecer impasible. Su prosa —al igual que los protagonistas— es inteligente, estimulante, ágil, descarada y extremadamente divertida, una herramienta de la que Ronney se vale, no solo para dinamitar nuestro concepto de cómo funcionan las relaciones interpersonales en la era millennial, sino para diseccionar el laberíntico esquema sentimental en el que se hallan enredados los personajes de esta magnífica novela.


08. Anthony Marra, El zar del amor y el tecno. ARMAENIA, 328 PÁGINAS

A medio camino entre novela coral y colección de relatos, El zar del amor y el tecno recoge un buen puñado de historias cuyos hilos se entrecruzan de manera en ocasiones cómica y desgarradora. Con el derrumbamiento de la URSS y el conflicto de Chechenia como telón de fondo, Anthony Marra abarca todo el abanico de perspectivas que genera un escenario bélico y demuestra, como ya hiciera en su extraordinario debut, que se mantiene como uno de los narradores más interesantes y recomendables de la narrativa norteamericana contemporánea.


07. Iris Murdoch, La campana. ALIANZA EDITORIAL, 392 PÁGINAS

Nunca es tarde para adentrarse en esta espectacular novela de 1958 en la que un grupo de personas deciden llevar a cabo una experiencia de vida comunitaria junto a un misterioso convento del que emanan sin distinción alguna la sensualidad y la leyenda. Iris Murdoch realiza una apasionante exploración filosófica sobre el origen de la moralidad y de los comportamientos humanos tomando una campana sumergida como símbolo de la confrontación entre los impulsos carnales y los religiosos. Con una sensibilidad inaudita, Murdoch expone aquí las represiones, los miedos y las culpas de los protagonistas, dejando patente su excepcional talento para crear personajes verosímiles en un ambiente opresivo y enfermizo.


06. André Aciman. Llámame por tu nombre. ALFAGUARA, 280 PÁGINAS

Pocas presentaciones necesita esta emblemática novela de André Aciman —consagrada ya como un acontecimiento literario de culto— en la que un joven llamado Elio sucumbe a la espiral de deseo provocada por Oliver, un escritor norteamericano que acude durante las vacaciones a casa de sus padres para completar su formación académica. Italia, años 80, son las coordenadas de referencia de un verano que cambiará para siempre las vidas de ambos personajes. Aparte de su brutal y desgarradora honestidad, puede que el éxito de Llámame por tu nombre resida principalmente en cómo Aciman consigue destacar la pureza presente tras la obsesión y el carácter degradante de lo que siente Elio, agitada su imaginación por un erotismo que poco tiene que ver con el fruto prohibido y sí mucho con el gusano que hay dentro. 


05. Charles Simmons, Agua salada. ERRATA NATURAE, 168 PÁGINAS

Michael es un chaval de 15 años que veranea con sus padres en Bone Point, un cabo estadounidense en el que se realizaban prácticas militares durante la Segunda Guerra Mundial. Allí conocerá a Zina, una chica algo mayor y mucho más resuelta que le enseñará a relacionarse con las mujeres y a descodificar las señales que indican un peligroso deterioro del tejido familiar. A base de fiestas en la playa, paseos en barco y lecciones de poesía, Michael y Zina establecen un poderoso vínculo del que se nutren todos los demás hilos de la historia. Mientras el fin del verano se cierne sobre ellos, las pasiones adolescentes, y también las adultas, precipitarán una serie de acontecimientos de esos que mueven continentes y derriban inocencias.


04. Garth Greenwell, Lo que te pertenece. LITERATURA RANDOM HOUSE, 224 PÁGINAS

En su primera novela, el escritor norteamericano Garth Greenwell (Louiseville, 1978) elabora una radiografía contemporánea del deseo sexual en la que dicho impulso queda retratado como un mecanismo puramente subyugante. Lo que te pertenece es asimismo un retrato inmisericorde de la precariedad emocional de su protagonista, que encaja a su vez con la de un país, Bulgaria, sumido en una profunda recesión económica tras su desastrosa etapa comunista. A través de una historia difícil de olvidar, Greenwell aborda con una sensibilidad estremecedora la urgencia de un deseo que no habla el lenguaje de la moral ni sabe lo que es la dignidad, pero ante el cual nada es posible sino entregarse sin reservas.   


03. Meg Wolitzer, La buena esposa. ALBA EDITORIAL, 272 PÁGINAS

Meg Wolitzer (Nueva York, 1959) construye en La buena esposa una de las novelas más contundentes y rabiosamente divertidas que se han escrito sobre la íntima rivalidad del matrimonio. Narrada desde la más supurante frustración, La buena esposa es una obra completamente absorbente que te mantiene atrapado hasta su inesperada conclusión. Sobresale además la excepcional caracterización de sus personajes y la descripción tan certera que hace Meg Wolitzer de un anquilosado y recalcitrante ambiente literario. Haciendo gala de una deslumbrante inteligencia narrativa, Wolitzer se aproxima con cautela, pero sin aminorar nunca el paso, a las lóbregas profundidades de un matrimonio en el que una vez hubo amor, pero del que ya solo quedan rencor, reproches y necesidad de venganza.


02. Jeanette Winterson, ¿Por qué ser feliz cuando puedes ser normal? LUMEN, 256 PÁGINAS

Criada por una mujer déspota y obsesionada con el Apocalipsis, Jeanette Winterson pasó los primeros años de su vida marcada por la represión y la falta de afecto. En este demoledor libro autobiográfico, la escritora británica repasa sus recuerdos más oscuros de la infancia y la adolescencia en una infatigable búsqueda del amor que nos lleva por derroteros tan siniestros como profundamente reveladores. En un arrollador ejercicio de honestidad y autodescubrimiento, Winterson nos regala unas poderosas memorias donde destaca, sobre todo, el doble papel de la literatura como elemento esencial en la construcción de su identidad y como firme asidero en tiempos difíciles.


01. Rachel Cusk, Prestigio. LIBROS DEL ASTEROIDE, 224 PÁGINAS

Después de A contraluz (2014) y Tránsito (2017), Prestigio supone la culminación de una apasionante trilogía en la que su autora, haciendo alarde de una originalidad sin precedentes, se propone derribar los límites de la ficción a la que estamos habituados. Al contrario de lo que sucede en la mayoría de títulos, en Prestigio el mundo no se nos revela a través de los ojos de su protagonista, sino que es el mundo, más bien, quien define desde fuera los contornos de Faye, su silenciosa observadora. El virtuosismo estilístico de Rachel Cusk atrapa al lector que se permite sacrificar la verosimilitud y la naturalidad de los diálogos en aras de la emotividad analítica de sus textos. Cuando se trata de Cusk, de poco sirve juzgar según los parámetros tradicionales. Prestigio es lo que queda cuando un escritor se desprende de la trama, de las profusas descripciones y del trazado psicológico de los personajes: un artefacto radiofónico que transcribe vida ajenas y las disfraza como propias. Una genialidad, en definitiva, para la cual no existe aún competencia.

4 comentarios :

  1. Interesantes los libros que están en tu top 20, tomo nota de alguno ya que ninguno he leído aún.

    Besos =)

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  2. De todos los mencionados, me aleg´ro mucho ver a Call me by your name, que lo terminé hace poco y tengo pendiente de reseñar. Como siempre, apuntados todos en mi lista.

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  3. Este año coincidimos poquito, aunque algunos de la lista los tengo pendientes todavía.
    Yo leí Llámame por tu nombre hace bastante tiempo y no me gustó nada y eso que reconozco que está escrito maravillosamente, pero cuando detestas a los dos personajes principales es difícil que te acabe gustando.

    Tiempos de swing sí me gustó aunque no tanto como Dientes blancos y Conversaciones entre amigos no está mal pero tampoco acabó de convencerme.

    El que sí está en mi lista de lo mejor del año es Lo que te pertenece, tras una primera parte en la que no acabé de meterme en la historia, las otras dos compensan sobradamente. Me recordó al desaparecido demasiado pronto Rafael Chirbes.

    Quédate conmigo y El zar del amor y del tecno deberían caer el año que viene (no soy demasiado de relatos pero Una constelación de fenómenos vitales es una de mis novelas favoritas y parece que Marra se está tomando cierto tiempo para publicar su tercer libro)

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  4. Pues a pesar de reunir aquí veinte títulos, ¡no he leído ninguno de ellos! Sí tengo puesta la mirada en «Llámame por tu nombre», pero creo que me llevaré alguna propuesta más de tu lista.

    ¡Saludos!

    Jesús.

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