► Título: No hay más preguntas
► Autor: David Nicholls
► Editorial: Maeva (¡Muchas gracias por el ejemplar!)
► Páginas: 376 páginas
► Precio: 19,50€
Estamos en 1985, y Brian se despide de sus amigos de toda la vida porque se va a estudiar a la Universidad de Bristol. Orgulloso de sus notas y de sus gustos personales, alejados de los de la mayoría, quiere comerse el mundo y decide presentarse a un conocido concurso de televisión, No hay más preguntas, donde debe responder a una serie de cuestiones de cultura general. Es entonces cuando la atractiva Alice Harbinson, una joven aspirante a actriz con un extraordinario parecido a su ídolo, la cantante Kate Bush, se interpone en su camino. Brian se enamora a primera vista y su fuerte deseo de seducirla entra en colisión con sus ansias por ganar el concurso... Lo que Brian no sabes es que, tal vez, no se necesitan tantos conocimientos para poder ser feliz. Porque, al fin y al cabo, ¿no es la felicidad lo más importante?
La novela de la que os hablaré hoy, y que devoré hace ya bastante tiempo pero cuya reseña aparté buscando un momento de inspiración divina (que no parecía llegar) es No hay más preguntas de David Nicholls, autor más conocido por su novela publicada también por la editorial Maeva, Siempre el mismo día y que estoy deseando leer también. Pues sin contar un pequeño chasco, que se llama Alice, prometía ser una de las mejores lecturas del año, por aportar un toque de frescor, por su estilo y su protagonista, por ser una historia divertida, pero con ciertos toques serios de vez en cuando, que casi en ningún momento defrauda y que recomiendo encarecidamente. Así pues si buscáis una novela para pasar un buen rato (os aseguro que en más de un momento las carcajadas están más que aseguradas) pero también una novela bien escrita y con un protagonista carismático, No hay más preguntas os gustará.
Esta noche despejada de finales de verano, al mirar las estrellas con mis mejores amigos, tengo la sesación de que por fin empiezo a vivir y de que todo, absolutamente todo, es posible.
No hay más preguntas es la historia de un chico cualquiera y que seguramente todos conocemos. Brian Jackson es justamente ese joven cualquiera, y al que seguramente no os costará ponerle cara. Poco agraciado físicamente, un atleta estupendo en sus sueños, y un verdadero experto en buscar a la chica perfecta que le recuerde a su cantante preferida, Kate Bush. Brian será el encargado de relatarnos esta historia, su historia. La historia de un chico cualquiera que parte en busca de muchos sueños por cumplir, muchas cosas por hacer, y muchos libros que leer, dejando atrás a una madre viuda y dos mejores amigos que están un poco mal de la cabeza, pero que estarán más o menos presentes a lo largo de la obra ¿Y qué mejor modo hay de conseguir todo eso y más que no sea la Universidad?
Así pues con una maleta cargada hasta arriba de trastos, parte en busca de esa vida perfecta, con una parte de su pasado guardado, y el deseo de convertirse en alguien algún día, pero sobre todo, con el deseo de leer y enamorarse. Sin embargo, una vez llegado a su destino, descubrirá que las cosas no son tan simples como él pensaba, y que quizás sus buenas notas no sea algo realmente importante cuando se trata de enfrentarse solo al mundo exterior, y más aún, al mundo universitario.
Así pues con una maleta cargada hasta arriba de trastos, parte en busca de esa vida perfecta, con una parte de su pasado guardado, y el deseo de convertirse en alguien algún día, pero sobre todo, con el deseo de leer y enamorarse. Sin embargo, una vez llegado a su destino, descubrirá que las cosas no son tan simples como él pensaba, y que quizás sus buenas notas no sea algo realmente importante cuando se trata de enfrentarse solo al mundo exterior, y más aún, al mundo universitario.
Así es como empieza, a rasgos generales, las andaduras de nuestro joven protagonista, que ya desde casi el mismísimo principio se llevará su primera decepción nada más llegar a la Universidad de Bristol. Sin embargo, y justo como él quería y fruto de varias borracheras de las buenas, conocerá al amor de su vida, Alice. Una chica aparentemente perfecta en todos los sentidos, pero que a medida que vayamos avanzando descubriremos por supuesto que no lo es. Claro que Alice no será el único personaje a destacar, pues contamos con un elenco bastante bien definido, pero la gran mayoría tienen un papel de poca importancia para la trama, salvo Rebecca. Una joven que estudia Derecho en la misma Universidad y que tuvo una vida personal bastante dura, y que personalmente tras el propio Brian, es mi personaje preferido.
Y, sin embargo, lo más importante y más básico, como la amistad, o superar la muerte de mi padre, o querer a alguien, o sencillamente ser feliz, sencillamente bueno, decente, digno y feliz, parece total y absolutamente fuera del alcance de mi comprensión.
Quizás una de las cosas que más me hayan gustado del libro haya sido el propio protagonista, sin olvidar ese estilo sencillo, pero que a diferencia de otros autores concuerda con el entorno, la personalidad del protagonista, y que encima logra definir a los secundarios sin volverlos clones idénticos unos de otros, en fin, que te enamora en cierta medida. Brian es, como decía, uno de esos personajes que podría ser cualquiera de nuestros amigos. Quizás por ello despierta ese grado de empatía en el lector, por la cercanía que provocan sus actos y que seguramente todos hayamos hecho alguna vez. Castigado por una dura infancia, Brian es uno de esos personajes con los que te encariñas inevitablemente pero que al mismo tiempo sientes pena en muchas ocasiones. Ya sea por su triste pasado, algunas de las situaciones de las que seremos testigos, o lástima por lo idiota que puede parecer a veces, ya que casi ninguna de sus bromas hace gracia y provocará más de una situación desagradable para él, y carcajadas para nosotros, es un personaje que cae bien. Un personaje sencillo e imperfecto, algo que se agradece hoy en día, y que gustará mucho al lector, si soportáis sus continuas bromas y meteduras de pata, pues puede resultar un poco cansino a veces.
La trama no tiene grandes complicaciones o giros inesperados, aun así, a lo largo de sus casi cuatrocientas páginas disfrutaremos de una historia bien hilada, con sus momentos felices y sus momentos tristes, momentos de tensión y de risa, de mucha risa, y casi lágrimas. Podemos decir, que tiene un poco de todo. No hay más preguntas es pues la historia de un corto periodo de tiempo en la vida de un universitario, que está empezando tan solo a vivir y descubrir el mundo que le rodea realmente. Periodo de tiempo en el que se dará cuenta de qué es lo que importa realmente, y que los sueños que realmente te harán feliz a la larga quizás ni siquiera sean los que tu deseas cumplir ahora mismo.
Otro de los puntos a favor de la novela es que se lee con bastante facilidad. No es que enganche de mala manera, aunque hay que reconocer que la primera parte me gustó muchísimo a pesar de ser la parte introductoria, donde se nos presenta al protagonista y su entorno más personal, pero desde que aparece la pedante de Alice y a Brian se le va un poco la pinza, la cosa sinceramente perdió un poco. Y no es que Alice no esté lograda de un buen modo, es que simplemente no soporto esa clase de personajes, es superior a mis fuerzas. Mi gran chasco, por no decir casi el único de la novela va para ella, un personaje insufrible, cansino, petardo, perfecto, y que dan ganas de abofetear en más de una ocasión. Otra pega que le tengo es que el final, aunque fue de mi agrado, y me lo esperaba un poco, me parece quizás un tanto precipitado. Por lo demás, lo cierto es que es una novela con la que disfruté bastante y como ya decía al principio, recomiendo sin duda alguna. Por último, y antes de terminar, señalar algunos puntos interesantes, y es que el nombre de la novela viene de un programa de televisión que veía nuestro protagonista con su padre, y que tendrá bastante importancia a lo largo de la trama. Otro detalle es que cada capítulo empieza con una pregunta con su respectiva respuesta, algo bastante curioso para comprobar lo inteligente o idiota puedes llegar a ser (al menos a lo que cultura general se refiere).
En resumen, No hay más preguntas es, para empezar, una novela juvenil divertida, diferente a lo que solemos encontrar hoy en día en los estantes de nuestras librerías, con sus momentos emotivos, y una historia bastante bien hilada en general. No hay más preguntas es la historia de un chico normal y corriente de diecinueve años, que perfectamente podrías ser tú, y que os invito a descubrir por vuestra cuenta lo antes posible.
Puntuación
No hay más preguntas
Pues me parece interesante este libro! Al fin y al cabo lo que me importa es encontrar lecturas más diferentes y originales^^
ResponderEliminarAyer mismo lo adquirí! Me encantó Siempre el mismo día. Espero que me guste igual o más que a ti! :)
ResponderEliminarUn beso
Yo me quiero leer antes Siempre el mismo día, que lo tengo por casa, antes de embarcarme en otra historia del autor, pero si me gusta iré directa a por éste.
ResponderEliminarUn beso!!
@Troralibros, yo estoy deseando leer Siempre el mismo día, vamos al revés xD pero te aseguro que si te gustó dudo que te defraude.
ResponderEliminar@Carla, entonces espero que te guste, yo esperaré a ver si saca algo nuevo pronto, pues lo cierto es que me sorprendió bastante el autor.
Un beso.