Siempre que abordo una nueva lectura me pregunto si a pesar de las buenas o malas críticas, de la publicidad veraz o engañosa, de las altas o bajas expectativas, la reputación del escritor, la portada, la sinopsis, en definitiva, de todas aquellas cosas que los buenos lectores comprobamos antes de adquirir un nuevo título, detrás de esas páginas me estará esperando una buena historia. El caso de Apocalipsis no ha sido muy distinto: después de haber leído ya varias obras del maestro del terror (IT -Eso-, La cúpula, Misery, El resplandor y Después del anochecer) y quedar enormemente satisfecho, me acabé haciendo con este tochazo de casi 1600 páginas, publicado originalmente en 1978 bajo el título La danza de la muerte y reeditado de manera posterior en 1990 con el título definitivo y con unos cuantos añadidos más que ayudan a redondear una obra que ya es de por sí, perfecta. La premisa de la que parte Apocalipsis, que es hasta ahora su obra más extensa, ambiciosa, terrorífica y posiblemente la mejor, no es nueva: el libro nos sitúa en un mundo devastado por una especie de virus gripal que en apenas unas semanas consigue llevarse por delante al 99% de la población del planeta. En tales circunstancias, uno podría sentirse afortunado de pertenecer a ese pequeño 1% de supervivientes, sin embargo, lo poco que queda en la Tierra después de la catástrofe podría resultar mucho peor que la propia epidemia.
Título: Apocalipsis
Autor: Stephen King
Año de publicación: 2003 (1990 en la ed. original)
Género: Novela, thriller
Editorial: DeBolsillo
Páginas: 1584
PVP: 11.50
ISBN: 9788497599412
Sinopsis
Un virus gripal, creado artificialmente como posible arma bacteriológica, se extiende por Estados Unidos y el mundo, provocando la muerte de la mayor parte de la población. Los supervivientes tienen sueños comunes, en los que aparece una anciana y un hombre joven. La mujer anciana los incita a viajar a Nebraska para combatir a Randall Flagg, un abominable personaje que lidera las fuerzas del mal y busca la aniquilación definitiva de la humanidad mediante un temible arsenal nuclear.
"Sarah Bradford y Ángela Dupray regresaron a pie juntas a sus coches aparcados, contagiando por el camino a cuatro o cinco personas que encontraron en la calle. Luego, se rozaron las mejillas y se fueron cada cual por su lado. Sarah regresó a su hogar para contagiar a su marido, y a sus cinco compañeros de póker. Y también contagió a su hija adolescente, Samantha, que temía haber pillado, sin saberlo sus padres, una blenorragia transmitida por su novio. En realidad, así había sido. Pero la realidad era que no había para que preocuparse por ello, al lado de lo que su madre le había pegado a ella."
Opinión
No hace falta estar muy pendiente de las noticias mundiales para recordar que cada cierto nos vemos bombardeados con noticias sobre la propagación de una nueva enfermedad, como la gripe aviar o el virus N1H1, y de cómo en poco tiempo se extiende y se va cobrando víctimas allá por donde pasa. En mi humilde opinión, cuando se trata de un asunto tan delicado a veces nos invade la histeria y damos más crédito del que deberíamos a cualquier información relacionada con el tema, pero el fondo de la cuestión es que el argumento de Apocalipsis parte de una posibilidad remota pero muy real, y quizá sea ese uno de los rasgos más aterradores que envuelven esta novela. Un fallo en la seguridad de unas instalaciones gubernamentales donde se experimenta con material bacteriológico supone el pistoletazo de salida para que El capitán trotamundos, nombre que se le da al virus en la novela, inicie su rápida y nefasta carrera por las cuatro esquinas del mapa.
"Se detuvo.
Porque faltaba poco. Lo percibía, casi lo saboreaba en el aire nocturno. Sí, lo saboreaba: un gusto carbonizado y caliente que provenía de todas partes, como si Dios planeara un banquete colosal y toda la civilización estuviera en vísperas de convertirse en el asado."
Durante la primera parte de Apocalipsis, que ocupa más o menos un tercio del total, somos testigos de cómo se van perfilando las historias de los que más adelante se convertirán en los protagonistas de la trama. En estos compases iniciales conocemos a Frannie Goldsmith, una joven embarazada, Harold Lauder, un repulsivo adolescente y escritor frustrado, Stuart Redman, un hombre tranquilo que vive en Texas, Lloyd Henreid, un criminal que huye de la justicia, Nick Andros, un chico sordomudo que brilla por su inteligencia y a Larry Underwood, un cantante recién ascendido a la fama que arrastra problemas con las drogas. Stephen King establece en esta parte de la novela un marco perfecto para la presentación y el gradual crecimiento de sus personajes, que a pesar de ser tan diferentes entre sí son capaces de atraparte con la misma fuerza, al mismo tiempo que vamos conociendo más detalles sobre el virus de la supergripe y de los "esfuerzos" que realiza el gobierno estadounidense para lograr su erradicación inmediata.
King despliega todo su talento en una narración que simplemente te absorbe, unos personajes ante los que caes rendido a la primera de cambio y un estilo característico que se distingue por encima del resto gracias a su enorme capacidad de impacto. Otra de las cosas que hacen de Apocalipsis un gran libro es que sabe reflejar de un modo muy realista cómo debe de ser una catástrofe de tales dimensiones y cómo los protagonistas tienen que no solo afrontar, sino también superar la muerte de sus seres queridos, la magnitud de los acontecimientos, la sensación de pérdida, confusión y desarraigo que pudiéramos experimentar cualquiera de nosotros cuando nos vemos despojados de nuestro mundo.
"Fue una caminata que Larry Underwood no olvidó nunca. Empezó a pensar que ella no había estado tan errada al citar a Tolkien, con sus míticas tierras vistas a través de las lentes del tiempo y con una imaginación medio enloquecida y un tanto exaltada, poblada de elfos y gnomos, duendecillos y orcos. No había ninguno de esos seres en Nueva York; pero era tanto lo que había cambiado, tanto lo que estaba desquiciado, que resultaba imposible no considerarlo como una fantasía."
Pronto nuestros protagonistas comienzan a experimentar sueños extraños en los que algunas veces aparece Abigail Freemantle, una anciana negra que los invita a reunirse en Nebraska y organizar una pequeña comunidad de supervivientes, mientras que en otros lo hace Randall Flagg, un hombre enfundado en unas botas y una chaqueta vaquera, rodeado por un halo de misterio y oscuridad. En determinado momento de la historia, los personajes de Apocalipsis pasan de estar completamente desperdigados por toda la geografía norteamericana a ir cruzándose unos con otros a medida que se van acercando al lugar de residencia de Abigail o el de Flagg. De una forma completamente espectacular, vemos cómo el drama de la supergripe se convierte de la noche a la mañana en una lucha entre dos bandos, dos fuerzas representativas del bien y del mal, que se dedican a reclutar el máximo número de personas posible y sabedores de que ninguno de los dos grupos podrá subsistir mientras el otro siga existiendo. Así, a lo largo de unas 1000 páginas Stephen King va tejiendo con su habilidosa pluma los cimientos de una nueva sociedad que surge a partir de las cenizas y nos descubre con un ritmo asombroso el devenir de las dos comunidades enfrentadas, sus objetivos, su jerarquía y sus normas para hilar una trama que avanza in crescendo y que te mantiene absorto hasta su épico y sorprendente desenlace.
Por otro lado, un rasgo llamativo de Apocalipsis es la cantidad de citas bíblicas, referencias y paralelismos religiosos que hay a lo largo del libro, algo que no es de extrañar teniendo en cuenta la temática de la novela y el nombre de la misma. En definitiva, si sabes captar todos estos detalles, te darás cuenta de que es un recurso que enriquece muchísimo la lectura y hace de Apocalipsis un ejemplo perfecto de cómo tiene que ser una historia inolvidable.
"Todo ha terminado para los de allá abajo, para nosotros y para los que murieron durante la epidemia. Dios se ha ido de pesca y estará ausente mucho tiempo. Es el reino de las tinieblas. Ahora el hombre oscuro lleva la batuta, así que ve acostumbrándote."
Seguramente me habré dejado bastantes cosas en el tintero, pero es casi imposible destacar todos los aspectos positivos de un libro con más de 1500 páginas y del que me ha gustado prácticamente todo. La única pega que le pondría a Apocalipsis es que algunos capítulos son muy largos y en algunos pasajes la narración se extiende demasiado, por lo que se podría perder el hilo de los acontecimientos, cosa muy fácil tratándose de un libro de tal magnitud. Sin embargo, la mejor manera de comprobar lo bueno que es Stephen King a la hora de escribir es experimentándolo por uno mismo, así que lo único que me resta añadir es que ya estas tardando en incorporar Apocalipsis a tu biblioteca personal. Una historia magistral, cautivadora, absorbente, terrorífica, un libro con el que no solo disfrutas, sino con el que también tienes la oportunidad de aprender. Y eso es algo de lo que no todos pueden presumir.
"Sarah Bradford y Ángela Dupray regresaron a pie juntas a sus coches aparcados, contagiando por el camino a cuatro o cinco personas que encontraron en la calle. Luego, se rozaron las mejillas y se fueron cada cual por su lado. Sarah regresó a su hogar para contagiar a su marido, y a sus cinco compañeros de póker. Y también contagió a su hija adolescente, Samantha, que temía haber pillado, sin saberlo sus padres, una blenorragia transmitida por su novio. En realidad, así había sido. Pero la realidad era que no había para que preocuparse por ello, al lado de lo que su madre le había pegado a ella."
Opinión
No hace falta estar muy pendiente de las noticias mundiales para recordar que cada cierto nos vemos bombardeados con noticias sobre la propagación de una nueva enfermedad, como la gripe aviar o el virus N1H1, y de cómo en poco tiempo se extiende y se va cobrando víctimas allá por donde pasa. En mi humilde opinión, cuando se trata de un asunto tan delicado a veces nos invade la histeria y damos más crédito del que deberíamos a cualquier información relacionada con el tema, pero el fondo de la cuestión es que el argumento de Apocalipsis parte de una posibilidad remota pero muy real, y quizá sea ese uno de los rasgos más aterradores que envuelven esta novela. Un fallo en la seguridad de unas instalaciones gubernamentales donde se experimenta con material bacteriológico supone el pistoletazo de salida para que El capitán trotamundos, nombre que se le da al virus en la novela, inicie su rápida y nefasta carrera por las cuatro esquinas del mapa.
"Se detuvo.
Porque faltaba poco. Lo percibía, casi lo saboreaba en el aire nocturno. Sí, lo saboreaba: un gusto carbonizado y caliente que provenía de todas partes, como si Dios planeara un banquete colosal y toda la civilización estuviera en vísperas de convertirse en el asado."
Durante la primera parte de Apocalipsis, que ocupa más o menos un tercio del total, somos testigos de cómo se van perfilando las historias de los que más adelante se convertirán en los protagonistas de la trama. En estos compases iniciales conocemos a Frannie Goldsmith, una joven embarazada, Harold Lauder, un repulsivo adolescente y escritor frustrado, Stuart Redman, un hombre tranquilo que vive en Texas, Lloyd Henreid, un criminal que huye de la justicia, Nick Andros, un chico sordomudo que brilla por su inteligencia y a Larry Underwood, un cantante recién ascendido a la fama que arrastra problemas con las drogas. Stephen King establece en esta parte de la novela un marco perfecto para la presentación y el gradual crecimiento de sus personajes, que a pesar de ser tan diferentes entre sí son capaces de atraparte con la misma fuerza, al mismo tiempo que vamos conociendo más detalles sobre el virus de la supergripe y de los "esfuerzos" que realiza el gobierno estadounidense para lograr su erradicación inmediata.
King despliega todo su talento en una narración que simplemente te absorbe, unos personajes ante los que caes rendido a la primera de cambio y un estilo característico que se distingue por encima del resto gracias a su enorme capacidad de impacto. Otra de las cosas que hacen de Apocalipsis un gran libro es que sabe reflejar de un modo muy realista cómo debe de ser una catástrofe de tales dimensiones y cómo los protagonistas tienen que no solo afrontar, sino también superar la muerte de sus seres queridos, la magnitud de los acontecimientos, la sensación de pérdida, confusión y desarraigo que pudiéramos experimentar cualquiera de nosotros cuando nos vemos despojados de nuestro mundo.
"Fue una caminata que Larry Underwood no olvidó nunca. Empezó a pensar que ella no había estado tan errada al citar a Tolkien, con sus míticas tierras vistas a través de las lentes del tiempo y con una imaginación medio enloquecida y un tanto exaltada, poblada de elfos y gnomos, duendecillos y orcos. No había ninguno de esos seres en Nueva York; pero era tanto lo que había cambiado, tanto lo que estaba desquiciado, que resultaba imposible no considerarlo como una fantasía."
Pronto nuestros protagonistas comienzan a experimentar sueños extraños en los que algunas veces aparece Abigail Freemantle, una anciana negra que los invita a reunirse en Nebraska y organizar una pequeña comunidad de supervivientes, mientras que en otros lo hace Randall Flagg, un hombre enfundado en unas botas y una chaqueta vaquera, rodeado por un halo de misterio y oscuridad. En determinado momento de la historia, los personajes de Apocalipsis pasan de estar completamente desperdigados por toda la geografía norteamericana a ir cruzándose unos con otros a medida que se van acercando al lugar de residencia de Abigail o el de Flagg. De una forma completamente espectacular, vemos cómo el drama de la supergripe se convierte de la noche a la mañana en una lucha entre dos bandos, dos fuerzas representativas del bien y del mal, que se dedican a reclutar el máximo número de personas posible y sabedores de que ninguno de los dos grupos podrá subsistir mientras el otro siga existiendo. Así, a lo largo de unas 1000 páginas Stephen King va tejiendo con su habilidosa pluma los cimientos de una nueva sociedad que surge a partir de las cenizas y nos descubre con un ritmo asombroso el devenir de las dos comunidades enfrentadas, sus objetivos, su jerarquía y sus normas para hilar una trama que avanza in crescendo y que te mantiene absorto hasta su épico y sorprendente desenlace.
Por otro lado, un rasgo llamativo de Apocalipsis es la cantidad de citas bíblicas, referencias y paralelismos religiosos que hay a lo largo del libro, algo que no es de extrañar teniendo en cuenta la temática de la novela y el nombre de la misma. En definitiva, si sabes captar todos estos detalles, te darás cuenta de que es un recurso que enriquece muchísimo la lectura y hace de Apocalipsis un ejemplo perfecto de cómo tiene que ser una historia inolvidable.
"Todo ha terminado para los de allá abajo, para nosotros y para los que murieron durante la epidemia. Dios se ha ido de pesca y estará ausente mucho tiempo. Es el reino de las tinieblas. Ahora el hombre oscuro lleva la batuta, así que ve acostumbrándote."
Seguramente me habré dejado bastantes cosas en el tintero, pero es casi imposible destacar todos los aspectos positivos de un libro con más de 1500 páginas y del que me ha gustado prácticamente todo. La única pega que le pondría a Apocalipsis es que algunos capítulos son muy largos y en algunos pasajes la narración se extiende demasiado, por lo que se podría perder el hilo de los acontecimientos, cosa muy fácil tratándose de un libro de tal magnitud. Sin embargo, la mejor manera de comprobar lo bueno que es Stephen King a la hora de escribir es experimentándolo por uno mismo, así que lo único que me resta añadir es que ya estas tardando en incorporar Apocalipsis a tu biblioteca personal. Una historia magistral, cautivadora, absorbente, terrorífica, un libro con el que no solo disfrutas, sino con el que también tienes la oportunidad de aprender. Y eso es algo de lo que no todos pueden presumir.
Puntuación
Apocalipsis
5/5
Soberbio
Hola!
ResponderEliminarSu apellido le viene muy bien no?
Me costo engancharme a este libro pero cuando lo hice...no pude soltarlo!
Muy buena reseña^^
Un beso!
Me gusta mucho Stephen King, este creo que no lo he leído, pero a ver si le doy una oportunidad. ¡Un beso!
ResponderEliminarComo se nota que te gusta este autor.
ResponderEliminarLa verdad es que con la reseña (que la he leído un poco por encima), me ha entrado curiosidad, así que este me lo apunto. También quiero leer La Cúpula, que vi que te había gustado, y el de It(Eso), que desde que lo vi en la librería me quedé prendada de él. Espero que te gustara.
¡Besos!:)
King es el amo del terror y punto!! jajajaja No en serio, a mi este autor me vuelve loca, de pequeña mi madre me leia sus libros, ya que es una gran apasionada, y es de ella de la que he heredado mi pasión por este escritor.
ResponderEliminarEso sí, hay libros muy flojitos de el...pero bueno, tiene tantos, que a veces pasa.
A mi este libro ME ENCANTO!!!
Por cierto, gran reseña, me ha gustado mucho tu exposición y analisis del libro.
Un beso.
Hace años que no leo nada de el, tendré que retomar sus libros algún día, porque la verdad es que me gustaba.
ResponderEliminarUn beso.
La sinopsis suena muy interesante, así que ya miraré si lo encuentro, que este tipo de libros me encantan!! :D
ResponderEliminarPues pinta muy bien, además el autor me gusta... en cuanto termine Expatriados de Chris Pavone, thriller que os recomiendo, tal vez me ponga con este.
ResponderEliminarGracias por la reseña.
Para mí, el libro mejor logrado de King, de los que he leído de él. Una historia atrapante, personajes muy bien desarrollados... ¡podría seguir así por párrafos y párrafos!
ResponderEliminarMe encantaría releerlo.
¡Saludos!
Yo leí la danza de la muerte, y me encanta este libro, hace unos años cuando surgió la H1N1 de inmediato recordé este libro.
ResponderEliminarQue buena reseña :)
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
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