miércoles, 31 de agosto de 2016

Reseñas breves [137 - 140]


#137. Eileen Chang - Un amor que destruye ciudades

Eileen Chang es una de las escritoras chinas mejor valoradas del pasado siglo y lo cierto es que leyendo este libro no cuesta averiguar por qué. Chang nos abre a través de este volumen una pequeña ventana al convulso panorama político y social de China durante los albores de la Segunda Guerra Mundial, y lo hace por medio de dos historias cargadas de sentimiento y sutileza que describen a la perfección el declive de unos modelos familiares anquilosados en el más ferviente tradicionalismo. Eileen Chang escribe con una gracia innata y una economía de medios que permiten brillar a sus personajes por encima del atronador estallido de las bombas y el derrumbe de sus asideros emocionales. No suele ocurrir que a un libro le hagan falta más páginas de las que tiene, pero el caso de Eileen Chang es excepcional y creo que se podrían haber incorporado algunos más de sus relatos a esta edición de Un amor que destruye ciudades que ha publicado Libros del Asteroide. No obstante, este breve aperitivo me ha resultado muy satisfactorio. ¡Quiero más de Eileen Chang!

★★★½



#138. Haruki Murakami - El elefante desaparece

No es El elefante desaparece la mejor colección de relatos de Haruki Murakami y puede que no haya envejecido todo lo bien que uno pudiera esperar. Sin embargo, por más que se regodee en los mismos temas y esquemas, sigo encontrando en la narrativa de Murakami una autenticidad y personalidad inconfundibles. Vivimos en un mundo sumido constantemente en un estado de asombro y perplejidad, un mundo que en su cara menos amable produce alienación, desconcierto. Y a día de hoy, no he encontrado ningún escritor que sepa reflejar de mejor manera ese sentimiento de desconexión existencial con la realidad. Sueños, visiones, perturbadoras llamadas telefónicas, extrañas desapariciones... son muchos los elementos a través de los cuales el escritor japonés trata de arrojar un poco de luz sobre esa soledad e incomprensión que a veces nos embarga; y en la mayoría de los relatos reunidos en esta colección, dicho empeño se transforma en una delirante, absorbente, imaginativa y enigmática historia capaz de estimular zonas de nuestro cerebro que, sin autores como Murakami, correrían el riesgo de atrofiarse.

★★★



#139. Christopher Isherwood - El señor Norris cambia de tren

Basado en las propias experiencias de Isherwood durante el Berlín previo al auge del nazismo, existe todo un ciclo de novelas denominadas precisamente 'berlinesas' (del que forma parte este El señor Norris cambia de tren) que transmiten de manera fascinante la dinámica de una sociedad marcada por los excesos, sumida además bajo un clima de tensión y efervescencia política. Sin embargo, la trama de esta novela poco tiene de compromisos ideológicos. Se trata más bien de una liviana y cómica caricatura social donde brilla por encima de todas la figura inclasificable de Arthur Norris, empresario de origen británico que dirige una serie de negocios turbios en Berlín y que vive permanentemente acosado por las exigencias de sus más allegados. A través de su amigo William Bradshaw iremos conociendo la verdadera naturaleza de sus trapicheos, exquisiteces, peculiares apetencias sexuales y afiliaciones políticas, todo ello al tiempo que Isherwood construye un fiel retrato del espíritu que imperaba en la época. Se trata de una lectura muy amena y absorbente que mantiene constantemente la intriga por medio de las singulares aventuras en las que se mete el señor Norris y de las que casi siempre sale airoso (o no, depende de cómo se mire). En definitiva, un título muy recomendable, perfecto para adentrarse en la Alemania de los años 30 y descubrir a un autor que merece mucho más reconocimiento del que quizás tenga. 

★★★½



#140. Natsume Sōseki - El minero

Intimista, elegante y estrechamente hermanada con el mundo natural, esta breve novela de Natsume Sōseki supone un admirable ejercicio de introspección literaria en el que acompañamos al narrador en su descenso incansable a las profundidades más recónditas del yo. Huyendo de Tokio por una disputa que involucra a dos mujeres y que nunca se llega a esclarecer del todo, el protagonista de El minero decide abandonar su acomodada vida y acaba incorporándose a las filas de una excavación minera, aun sabiendo las condiciones extremas bajo las que viven los trabajadores. Por el camino asistimos a una larga conversación que el protagonista mantiene consigo mismo y que deja entrever reflexiones sobre la sociedad y el individuo tan profundas como curiosas. El minero no es desde luego ningún prodigio a nivel argumental, pero el exquisito monólogo que Sōseki estructura en torno a las extrañas vivencias del personaje principal a raíz de la ruptura con sus valores anteriores me ha parecido muy interesante y digno de análisis, un fascinante proceso de evolución que nos permite observar su escarpado, por no decir sombrío, recorrido hacia la madurez. Una lectura corta, pero intensa y enriquecedora.

★★★½

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