jueves, 18 de septiembre de 2014

Reseñas breves [54-56]

Espíritu festivo, Robertson Davies
Libros del Asteroide - 312 páginas - 

¿Os acordáis de El club de medianoche, donde un grupo de intrépidos adolescentes se reunían alrededor de una hoguera en mitad del bosque, arrojaban extraños polvos al fuego y después se contaban historias de miedo? Pues bien, bastante parecida a la emblemática serie de los 90 es la génesis de este Espíritu festivo, una entretenida y variopinta colección de relatos que Robertson Davies escribió a lo largo de dieciocho años como respuesta a las peticiones de sus compañeros universitarios. Dieciocho relatos (entre los que para mi gusto destacan 'La reina se divierte', 'Cuando Satán vuelva a casa por Navidad' y 'El feo espectro del sexismo') narrados con maestría y cierta inocencia impostada por los que campan a sus anchas diversas celebridades de ultratumba. Fantasmas, presencias, espectros y otras entidades ectoplasmáticas desfilan entre las páginas de Espíritu festivo, no con el ánimo de agitar sábanas, arrastrar cadenas ni provocar terroríficas angustias existenciales a la manera de Dickens (bueno... o sí), sino para requerir asistencia técnica en un mundo que, por suerte o por desgracia, no se atiene a las mismas reglas que el nuestro. Sofisticadas, ingeniosas, elegantes, (realistas, por mucho que la temática del libro no se preste a ello) y siempre sorprendentes, las historias breves de Robertson Davies aquí reunidas componen un magnífico muestrario de su elocuente prosa y nos permiten disfrutar con varios meses de antelación de una atmósfera terriblemente acogedora y navideña al calor de una chimenea.


En caída libre, Lois McMaster Bujold
Ediciones B - 370 páginas - 

Después de darle muchas vueltas y de consultar incontables guías sobre cómo adentrarse en el fascinante universo de Lois McMaster Bujold, por fin me decidí a empezar la saga de Miles Vorkosigan. Eso sí, unos 200 años antes de que su carismático protagonista haya ni siquiera nacido. En caída libre, finalista del Premio Hugo y ganadora del Nébula en 1988, me ha parecido una novela sencillamente asombrosa. Protagonizada por los cuadrúmanos, seres de apariencia humana modificados genéticamente para desarrollar un segundo par de brazos en lugar de piernas, la novela introduce interesantes cuestiones sobre opresión laboral, parcialidad por cuestiones de raza, corporativismo empresarial y debates legislativos sobre el derecho a la existencia de material genético artificial. Y todo ello con una envidiable soltura narrativa que te hará recorrer los capítulos a toda velocidad. Lois McMaster Bujold no solo es capaz de establecer en pocos párrafos una sólida caracterización de los personajes (entre los que cabe destacar al encantador Leo Graf, un experimentado ingeniero que se convertirá en tutor y padrino de los indefensos cuadrúmanos), sino que sabe alternar entre los distintos arcos argumentales de la novela a un ritmo más que apropiado. Además, la autora maneja complicados conceptos físicos de manera que no resulten incomprensibles para un lector casual de ciencia-ficción. Atrevida, trepidante y tremendamente original, En caída libre supone una excelente carta de presentación al macrocosmos literario de McMaster Bujold, pero también funciona a las mil maravillas como novela independiente que no abusa de un final demasiado abierto ni precisa de conocimientos previos para ser disfrutada en grado pleno.


Galveston, Nic Pizzolatto
Salamandra - 288 páginas - ½

Gustará más o menos, pero lo que no se puede negar es que True Detective fue una de las sensaciones televisivas de la pasada temporada. Por eso, resulta inevitable presentar a Nic Pizzolatto como el creador de dicho fenómeno en lugar de como un simple escritor novel.  Ahora bien, esto no es Louisiana. Aquí no aparecen Rust Cole ni Marty Hart ni el Rey Amarillo de las narices. Hardcore fans de True Detective, apartaos. Galveston es una novela mucho menos sórdida o retorcida de lo que cabría esperar a simple vista y mucho más íntima, nostálgica y lírica de lo que normalmente suele abundar en la corriente noir del género policíaco. Protagonizada por Roy Cady, un imponente sicario al que le han diagnosticado un cáncer terminal, Pizzolatto se adentra mucho más en el aspecto psicológico de los personajes que en la simple resolución de la fuga con secuestro en la que se verá envuelto nuestro matón particular, convirtiéndose en una suerte de protector improvisado de dos niñas criadas en la más absoluta precariedad. Sin embargo, esa parte intermedia de la novela que discurre entre su brutal inicio y el desolador final de la misma no ha conseguido mantener las buenas sensaciones que me transmitían los primeros compases de Galveston. Quizá a Pizzolatto se le cuelan demasiadas reflexiones sobre la angustia existencial que aqueja al protagonista, paternal empedernido, absorto de más en recordar tiempos mejores y totalmente resuelto por su enfermedad a redirigir el rumbo de una vida recrudecida por la violencia. Quizá la inesperada inserción disruptiva de dos líneas temporales (resultándome la del presente un tanto desaprovechada) no termine de cuajar bien en el relato. Sea por lo que sea, el caso es que Galveston no me ha parecido ninguna obra maestra, ni siquiera una que llegue al sobresaliente. Es una buena novela, entretenida, atípica, bien construida y escrita con una brusquedad enternecedora. Pero nada más. Eso sí, como aperitivo previo al esperado regreso de Pizzolatto a la pequeña pantalla, una historia como Galveston viene de perlas.


5 comentarios:

  1. Que dice mi cartera que te calmes.

    No, es mentira, mi cartera está vacía, lo digo yo. Me llama muchísimo En caída libre (siempre digo que ahora mismo tengo bastante con los Hugo, pero en cuanto acabe me pondré con los Nebula, fijo) y el libro de relatos. El otro bueno, así asá, me gusta la novela policiaca pero estoy muy poco puesta y no sé si me hace demasiada ilusión. Eso sí, True detective. Llevo dos capítulos (y una velocidad asombrosa para verla), a ver si me pongo al día porque me estaba gustando mucho.

    Adióoooooooooooooooos dejadereseñarlibrosguays.

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  2. Me ha llamado mucho la atención el segundo, sobretodo porque no conocía ni la autora (bueno, supongo que llamándose Lois, es mujer, pero a saber) ni la saga. Tiene buena pinta y si tengo la ocasión de leerlo, creo que le daré una oportunidad.

    ¡Un beso!

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  3. Quiero y necesito leer a Pizzolatto. A pesar de esas cosillas que comentas tengo mucha curiosidad, y estando detrás de TD aunque esta novela no tenga nada que ver es innegable que siento fascinación por leer su obra. En caída libre no lo conocía y lo has mandado directamente a mi wishlist, maldito. Y de verdad, no se puede escribir tan jodidamente bien. ¿Qué hacemos el resto? Bss

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  4. Hola!
    No conocía ninguno de los libros que nos traes hoy. Creo que me gustaría mucho Espíritu festivo, soy gran amante del género de relato y las historias cortas.
    Un beso!

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  5. Me encanta El club de medianoche, requeteapuntado queda Espíritu festivo :)

    ¡Besos!

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