Novedades libros: septiembre 2015

viernes, 28 de agosto de 2015

Revival, Stephen King
Plaza & Janés - 17 de septiembre - 496 páginas
Octubre De 1962. En una pequeña ciudad de Nueva Inglaterra la sombra de un hombre se cierne sobre un niño que juega ensimismado con sus soldaditos. Cuando Jamie Morton levanta la vista ve una figura imponente. Se trata de Charles Jacobs, el nuevo pastor del pueblo. Pronto los dos compartirán un estrecho vínculo, basado en su fascinación por los experimentos con electricidad.
Varias décadas más tarde, Jamie ha caído en la adicción a las drogas y vive una vida nómada tocando la guitarra para diferentes bandas por bares de todo el país. Entonces vuelve a cruzarse con Jacobs —dedicado ahora al espectáculo y a crear deslumbrantes «retratos de luz»—, un encuentro que tendrá profundas consecuencias para ambos. Su vínculo se convertirá en un pacto más allá incluso del ideado por el Diablo, y Jamie descubrirá que renacer puede tener más de un signficado.
Trece monos, César Mallorquí
Fantascy - 10 de septiembre - 400 páginas
En este volumen Mallorquí añade a su ilustrado sentido de la irreverencia una dura mirada a la condición humana, reflexionando con humor y lucidez, a veces entre carcajadas, sobre la decadencia, la muerte o la falta de valores. Cargado de una ironía que se revela ya desde su título, Trece monos es un compendio de los mejores nuevos relatos de César Mallorquí, un autor al que se espera con entusiasmo desde la sonada publicación en los años 90 de El círculo de Jericó, para muchos el mejor libro de narrativa breve de ciencia ficción jamás publicado por un autor español.
Los interesantes, Meg Wolitzer
Alba Editorial - 2 de septiembre - 616 páginas
Estamos en 1972 en un campamento de verano en las afueras de Nueva York y asistimos a la conversación de seis amigos en la que todos, menosJulie,son hijos de familias acomodadas de Manhattan. En ese momento de la adolescencia, todos se encuentran llenos de talento y se sienten únicos e interesantes. Con el tiempo llegará la edad adulta y el momento de asumir la realidad. Los interesantes seguirá a cada uno de ellos durante cuarenta años: sus triunfos y fracasos, sus relaciones sexuales, sus familias, sus amores y la vivencia de la muerte de los seres queridos,realidades que lesirán mostrando lo que de verdad importa en la vida. Una novela ambiciosa e imprescindible.
A mí no me engañas, Kelly Link
Seix Barral - 17 de septiembre - 352 páginas
Kelly Link ha sido definida por Michael Chabon como «la voz más oscuramente lúdica de la ficción estadounidense». Después de la publicación en Seix Barral de Magia para lectores, los ocho cuentos de este nuevo libro de Kelly Link sumergen al lector en un universo ficticio inolvidable y expanden los límites del género del relato. Huracanes, astronautas, gemelos malvados, contrabandistas, el mago de Oz, superhéroes, iguanas, pirámides… éstos son algunos de los talismanes de una imaginación capaz de maravillarnos como pocos autores contemporáneos. Los cuentos de A mí no me engañas rebosan fantasía, pero también humor y generosidad hacia la fragilidad y las fuerzas ocultas que residen en todos nosotros.
El sermón de fuego, Francesca Haig
Minotauro - 15 de septiembre - 416 páginas
Cuatrocientos años después de un apocalipsis nuclear, los humanos viven en un mundo sin tecnología donde los recién nacidos son siempre gemelos: uno de ellos es físicamente perfecto, el alfa; el otro sufre algún tipo de deformidad, el omega. Este mundo es de los alfas y los omegas viven marginados en asentamientos aislados. Sin embargo, cuando un gemelo muere, también lo hace el otro.
Precisamente por este motivo, Cassandra es confinada por orden de su hermano Zach cuando este se convierte en un destacado líder del Consejo. Su intención es garantizar su propia seguridad mientras planea un mundo en el que los omegas no puedan ser usados contra sus gemelos. Pero Cass es un tipo especial de omega: no tiene anomalías físicas, es vidente.
Siempre ha habido rumores de una resistencia omega organizada y aunque Cass desea unirse a los rebeldes, no puede evitar preguntarse qué pensarán ellos cuando descubran quién es su hermano.
¿Acaso es la única que cree que alfas y omegas pueden convivir en paz?
Una llama entre cenizas, Sabaa Tahir
Montena - 3 de septiembre - 448 páginas
Laia es una huérfana que lucha por salvar a su único hermano. Elias es un soldado que lucha por su libertad. Y ambos descubrirán que el Imperio sólo puede vencerse desde dentro...
En un mundo regido por la ley marcial de la Roma Antigua, el precio de la desobediencia es la muerte. Laia y su familia sobreviven en los callejones más pobres, sin cuestionar el orden establecido. Han visto lo que les pasa a quienes se atreven a desafiarlo.
Cuando encarcelen a su hermano por traición, Laia se verá obligada a acudir a la resistencia. A cambio de su ayuda, deberá espiar para ellos en la Academia Militar. Allí conocerá a Elias, el soldado más prometedor del Imperio y también su mayor opositor.
Laia es esclava, Elias es soldado. Ninguno de los dos es libre. Solo uniendo sus destinos podrían cambiar el de todos.
Fulgor, Manuel Loureiro
Planeta - 17 de septiembre - 416 páginas
La vida de Casandra es casi perfecta hasta el día en que sufre un extraño accidente de tráfico que la deja en coma. A las pocas semanas, y tras una recuperación milagrosa, Casandra descubre que todo su mundo ha cambiado por completo: alguien ha empezado a acechar su casa y a su familia y además sufre una secuela inquietante que no puede controlar.
Atrapada en una espiral de violencia y asesinatos a su pesar, perseguida por las autoridades y por algo más que no es capaz de entender, Casandra inicia una huida desesperada que se puede cobrar un precio enorme: su cordura y su alma.
Asesinato y ánimas en pena, Robertson Davies
Libros del Asteroide - 28 de septiembre - 382 páginas
Connor Gilmartin, director de la sección de espectáculos de un periódico de Toronto, encuentra a su mujer en la cama con el crítico del mismo diario. El amante lo asesina, pero el fantasma de Connor perseguirá a su homicida hasta un importante festival de cine que tiene que cubrir. Mientras el crítico se esfuerza en analizar las películas que proyectan, el espectro de Gilmartin deviene espectador privilegiado de unas sesiones fantasmales en las que visiona films alucinantes sobre la historia de su propia familia.
De algún modo, la realidad y la ficción terminarán por confundirse. Con su tono más humorístico, este autor, el mejor novelista canadiense del siglo XX, nos ofrece el fantástico retrato de un hombre cuya vida se ve repentinamente truncada, pero que renace a otro tipo de existencia mucho más lúcida, y libre. En esta magnífica novela, la aventura y la reflexión se alternan en una serie de episodios tan hilarantes como, por qué no, deliciosamente creíbles.
Las estatuas de agua, Fleur Jaeggy
Alpha Decay - 14 de septiembre - 112 páginas
Beeklam es un misántropo solitario que vive en un sótano de Ámsterdam rodeado de estatuas. Son sus estatuas de agua, habla con ellas y evoca los recuerdos de su vida: una infancia perdida y la dependencia de un padre que un buen día, por fin, decidió abandonar para irse a comprar las estatuas con las que ahora pasa las horas. No está solo del todo, en realidad: comparte el exiguo espacio de sus silencios con Victor, su criado, con el que tiene una especial afinidad, quizá porque le recuerda a Lampe, el también extraño sirviente de su padre: todos ellos son figuras que han renunciado a una parte significativa de la vida, tanto en experiencias como en relaciones, y sobre todo en lo que se refiere al consumo y utilización del tiempo. Son personajes terminales, que han empezado tarde a vivir y a los que ya sólo les queda morir. Beeklam sale poco de su refugio, normalmente de noche, y una de esas escapadas será, un buen día, la definitiva. Dejará atrás sus estatuas en su «fortaleza de la soledad» y acabará recalando en un pabellón vecino a una escollera en el que vive Katrin, la mujer completamente opuesta —y complementaria— a sus deseos: ella es joven, casi infantil, apenas ha empezado a vivir, es un extraño reflejo de un mundo paralelo.
La puerta de los ángeles, Penelope Fitzgerald
Impedimenta - 7 de septiembre - 240 páginas
Fred Fairly, un brillante joven, tiene ante sí un prometedor futuro como profesor de Ciencias en Cambridge, siempre y cuando respete una de las normas ancestrales del college al que pertenece. El St. Angelicus, como el Monte Athos, se caracteriza por no haber permitido que ninguna mujer traspase sus muros desde hace más de quinientos años. Por tanto, el matrimonio es algo impensable. Pero parece que Fred, miembro de la peculiar Sociedad de los Desobedientes, comienza a revelarse contra la rigidez del mundo que le rodea: empieza por confesar a su padre que ha perdido la fe y, tras un aparatoso accidente de bicicleta, acaba por enamorarse de una misteriosa joven con un dudoso pasado. Y es que en cualquier lugar, hasta en el riguroso St. Angelicus, existe una puerta oculta…
Vi a un hombre, Owen Sheers
Reservoir Books - 10 de septiembre - 368 páginas
Tras la pérdida de su mujer, Michael Turner se traslada a Londres, al acomodado barrio de Hampstead, donde establece una estrecha relación de amistad con los Nelson, la familia que vive en la casa de al lado. Josh, Samantha y sus dos hijas pequeñas representan lo que Michael teme que jamás conseguirá: estabilidad familiar y un hogar. Esta nueva amistad parece servir de cura para Michael hasta que un día algo cambia radicalmente sus destinos… Entonces, de la noche a la mañana, Michael se encuentra con un secreto doloroso y ante un grandísimo dilema moral.
Retrato de una dama, Henry James
Penguin Clásicos - 3 de septiembre - 832 páginas
Retrato de una dama es una de las grandes novelas del siglo XIX. Su protagonista es Isabel Archer, una bella joven estadounidense que recibe una sustanciosa herencia y decide emprender un viaje por Europa. La familia quiere que se case pronto, pero ella defiende su independencia, hasta que los acontecimientos se precipitan de un modo inesperado.
Retrato especular de Estados Unidos y Europa, y aguda indagación en la psicología femenina, este portentoso libro viene enmarcado por el prefacio que el autor escribió para la edición estadounidense de sus obras de 1908. Seguimos aquí el texto de la novela según lo revisó Henry James para la ocasión, en brillante traducción de Ana Eiroa. El volumen se cierra con un epílogo y una cronología de Philip Horne, máxima autoridad jamesiana y responsable de la biblioteca del autor en Penguin Classics.
Mujercitas, Luisa May Alcott
Penguin Clásicos - 3 de septiembre - 792 páginas
Mujercitas, el clásico de Louisa May Alcott ambientado en la guerra de Secesión, fue publicado en Estados Unidos en 1868. Han pasado casi ciento cincuenta años desde entonces, pero la complicidad de las cuatro hermanas March, quienes a través de sus gestos y palabras resumen el espíritu crítico de una época, sigue siendo fuente de inspiración y disfrute para las generaciones de lectores que se asoman a las páginas de esta fascinante obra.

Elaine Showalter, catedrática de la Universidad de Princeton, está considerada una de las voces más representativas de la crítica literaria feminista. En su brillante introducción analiza en detalle las influencias de la autora, así como el impacto de Mujercitas en la obra de escritoras de la talla de Simone de Beauvoir, Joyce Carol Oates o Cinthya Ozick.
La letra escarlata, Nathaniel Hawthorne
Penguin Clásicos - 3 de septiembre - 296 páginas
Ambientada en la Nueva Inglaterra de los puritanos del siglo XVII, La letra escarlata (1849) narra el terrible impacto que un simple acto de pasión desencadena en las vidas de tres miembros de la comunidad: Hester Prynne, una mujer de espíritu libre e independiente, objeto del escarnio público y condenada a llevar la «A» de «Adúltera»; el reverendo Dimmesdale, un alma atormentada por la culpa aunque digno de la estima general, y Chillingworth, un ser siniestro, cruel y vengativo, que maquina en la sombra.
La presente edición incluye una introducción de la catedrática Nina Baym, cuya labor investigadora se ha centrado en el estudio de la literatura americana del siglo XIX. En el año 2000 recibió la medalla Jay Hubble que otorga la Modern Language Association por sus valiosas aportaciones en esta materia. Es autora, entre otros, del ensayo The Shape of Hawthorne's Career.
La renuncia, Edith Wharton
Penguin Clásicos - 3 de septiembre - 368 páginas
No es fácil para una mujer de la alta burguesía soportar la crítica social. Por eso Kate vive en la Costa Azul, donde nadie la conoce. Ha pasado una eternidad desde que huyó de Nueva York con su amante, y abandonó a su marido y a su hija, entonces una niña. Ahora Anne, convertida en una hermosa muchacha, reclama a su madre, y Kate acude a la llamada. Pero la reconciliación se convierte en tragedia cuando Kate descubre que su hija se ha prometido con Chris Fenno, un hombre a quien conoce demasiado bien.
Abre esta edición un texto de Louis Auchincloss, biógrafo de Wharton y cronista último del Nueva York de las grandes familias.
Medio mundo, Joe Abercrombie
Fantascy - 17 de septiembre - 432 páginas
Espina Bathu es una de las pocas chicas de Gettlandia que ha recibido el don de la Madre Guerra. Desesperada por vengar la muerte de su padre, vive para la lucha. Pero tras un trágico accidente en el cuadrado de entrenamiento, su propio instructor la tacha de asesina y se convierte en una proscrita. Zafándose del destino, la joven queda atrapada en una conspiración cuando se embarca en la nave del padre Yarvi, un clérigo tremendamente astuto. Junto con el resto de la tripulación, Espina surcará medio mundo en busca de aliados para luchar contra el despiadado Alto Rey, y aprenderá lecciones muy duras a base de engaños y sangre.
La acompaña en este viaje el joven Brand, un guerrero que odia matar. Aunque en una sociedad tan bélica como esta se le considera un fracasado, el periplo por el mar Quebrado le ofrecerá una oportunidad inesperada para redimirse a los ojos de todos. 
El caballero de los siete reinos, George R. R. Martin
Gigamesh - 4 de septiembre - 288 páginas
Muchas son las historias que se cuentan sobre Aegon V el Improbable y ser Duncan el Alto, su leal comandante de la Guardia Real. Pero la magia y la épica de la leyenda esconden la verdadera naturaleza de los héroes: la determinación de un huérfano de Lecho de Pulgas que llegó a caballero, el arrojo de un príncipe uqe cambió la corte por los caminos y una mistad inquebrantable capaz de vencer intrigas, traiciones...y revueltas.
Durante los reinados de Daeron II y Aerys I, cuando las heridas de la rebelión de Fuegoscuro todavía estaban abiertas, tienen lugar las primeras aventuras de un caballero fornido y bonachón y de su escudero, un infante real, fiel y de fuerte temperamento. A medio camino entre la fantasía heroica y la novela de caballerías, El Caballero de los Siete Reinos narra las peripecias de dos héroes bondadosos en una tierra despiadada. 
Zeroville, Steve Erickson
Pálido Fuego - 21 de septiembre - 332 páginas
Una tarde de agosto de 1969, una “familia” hippie encabezada por Charles Manson perpetra cinco violentos asesinatos en los desfiladeros que dominan Los Ángeles. El mismo día, un joven estudiante de teología excomulgado y recién llegado a la ciudad recorre Hollywood Boulevard con las imágenes de Elizabeth Taylor y Montgomery Clift tatuadas en la cabeza.
Ingenuo y violento, Vikar no es un cineasta sino un “cineautista”, y el mundo donde se introduce es un vórtice cultural en plena agitación: drogas que le asustan, una sexualidad que le devora, una música que no entiende. El Hollywood al que ha llegado en su obsesión con la gran pantalla es un Hollywood tan indiferente al cine como al propio Vikar.
Un cine que es un motivo recurrente en varias novelas de Erickson, pero que en Zeroville alcanza el estatus de revelación. A lo largo de las décadas de los setenta y ochenta, mientras los antiguos estudios se desmoronan ante la embestida de una nueva generación de blasfemos cinematográficos, Vikar se convierte en un inconcebible editor de películas, poseído de una extraordinaria visión artística. Va tropezando con actrices en ciernes, ladrones, revolucionarios, prostitutas, músicos punks y directores de cine veteranos, para acabar descubriendo el secreto que yace en toda película jamás hecha. Épica en su alcance a la par que accesible en su ejecución, en Zeroville comprobamos que el cine no forma parte de nuestros sueños, sino que son las películas las que nos sueñan a nosotros. 
Neverhome, Laird Hunt
Blackie Books - 2 de septiembre - 200 páginas
Ash Thompson es una leyenda. Ash Thompson es «Galante Ash», porque una vez trepó a un árbol para socorrer a una dama y desde entonces inspira canciones bélicas que se cantan alrededor de las hogueras. Ash Thompson besa a mujeres con la boca sabor baya de tilo, caza ardillas mientras el coronel fuma, y pisa cadáveres de los dos bandos en el campo de batalla. Ash Thompson es una mujer. Una de las 400 que se disfrazaron de hombre para luchar contra la esclavitud en la guerra civil americana durante la década de 1860. Ash Thompson se llama Constance y lleva en el bolsillo de su guerrera la foto del marido que la espera en su granja de Indiana. Allí también dejó el recuerdo de una madre muerta que le cambiaba el final a los cuentos. «Ve. Ve y descubre lo que eres», le susurra aún ahora. Tanto Ash Thompson como su creador, Laird Hunt, uno de los escritores contemporáneos favoritos de Paul Auster, están cansados de historias de guerra donde «las mujeres son santas y ángeles y los hombres son valientes y nobles muchachos». Todo es más duro. Y más confuso. Ella es valiente y también tiene miedo. Por eso se repite, una y otra vez, que no va a echar a correr. Nunca.


Reseña "Justicia auxiliar"

jueves, 27 de agosto de 2015

Observando el impresionante palmarés del que viene acompañado Justicia auxiliar, resulta complicado decidir si la gesta a la que debe hacer frente la protagonista de esta novela iguala en dificultad y mérito a la realizada por Ann Leckie en el transcurso de los dos últimos años. Hugo, Locus, Nebula, Arthur C. Clark, BSFA... el huracán Leckie ha arrasado en todos los premios habidos y por haber con su aclamada novela debut, un hecho que pudiera disipar cualquier duda sobre su excelente calidad, pero que a la vista de muchos otros lectores solo sirva para crear unas expectativas desmesuradas que corren el riesgo de no ser debidamente satisfechas. Para bien o para mal, lo que está claro es que Justicia auxiliar ha conseguido acaparar el foco de atención de los aficionados a la literatura de género como ningún otro título lo ha hecho en mucho tiempo. No obstante, si la novela resiste o no el peso de todos esos galardones que la preceden es algo que no he conseguido dilucidar durante su lectura. Y es que, si bien esta primera obra de Leckie supone un auténtico derroche de imaginación y deja traslucir aspiraciones bastante ambiciosas, toda esa luz proyectada sobre la novela no hace más que evidenciar de forma aún más clara una serie de importantes desperfectos estructurales. Pero vayamos por partes...

La protagonista de Justicia auxiliar es la soldado Breq, el único segmento superviviente de una inmensa inteligencia artificial conocida como Justicia de Toren que además se ha propuesto ejecutar una terrible venganza contra aquellos que destruyeron su nave veinte años atrás y, como consecuencia, al resto de individuos que la componían. Dichos individuos, o auxiliares, son en realidad cadáveres humanos conservados mediante técnicas de criogenización y posteriormente reanimados para anexionarse a la inteligencia de la nave como fieles súbditos que acatan sus órdenes. Así es, el concepto de Leckie no solo mola una barbaridad, sino que se presta con toda holgura a una serie de inquietantes cuestiones sobre identidad, relaciones interpersonales y jerarquías de mando que en la novela se exploran con todo lujo de detalles. Pero no solo eso, sino que a nivel literario posibilita la creación de una omnisciencia 'postiza' que la autora va intercalando de forma muy interesante a lo largo de los capítulos, según estén estos protagonizados por la temeraria Breq en el presente o por Esk Uno Diecinueve, su versión conectada a la Justicia de Toren, dos décadas en el pasado.

No os preocupéis, yo también me perdí un poco al principio.

Sin embargo, a medida que te vas familiarizando con esta peculiar dinámica narrativa resulta imposible no caer rendido ante el fascinante y muy bien elaborado universo creado por Leckie, un opresivo imperio intergaláctico colonialista y totalitario denominado Radch en cuyo seno se están gestando acontecimientos decisivos sin que nadie parezca percatarse de ello. La trama centrada en el presente de la obra se va resolviendo como un híbrido entre aventura e intriga, dotada de escenas tan vertiginosas como bien coreografiadas mediante las cuales Anne Leckie nos va desvelando en un emocionante crescendo los planes de Breq para perpetrar su venganza, así como el verdadero alcance de sus consecuencias. Por otra parte, la trama del pasado, mucho más intrincada, arriesgada y farragosa, aunque decisiva para comprender gradualmente hacia dónde nos quiere dirigir la autora, nos sitúa en un planeta que está a punto de ser absorbido por el Imperio, un mundo dominado por intrigas políticas, luchas de clase y la firme convicción por parte de sus ciudadanas de aferrase a sus señas de identidad. La combinación de ambos hilos argumentales no siempre se percibe de manera clara; ahí es donde se nota que Leckie debería haber redoblado esfuerzos para evitar ciertos agujeros en la estructura de la novela, personajes cuya función no está del todo justificada, bajones de ritmo y decisiones relacionadas con la historia que en mi opinión no están demasiado bien explicadas.

Con todo, los puntos fuertes de la novela declinan sin ninguna duda mi valoración general hacia el lado positivo de la balanza. El original tratamiento de la voz narrativa (a pesar de la escasa empatía que despierta), el empleo universal del pronombre femenino para referirse a cualquier personaje sin tener en cuenta su género o la inclusión de sentimientos y emociones como una variable fundamental en el paradigma de toma de decisiones al que están sujetas las inteligencias artificiales de la novela, son algunas de las características que hacen de Justicia auxiliar una obra tan llamativa como recomendable. No es una lectura fácil, ni accesible, ni ligera. Al contrario, requiere por parte del lector una buena dosis de paciencia y perseverancia mientras Anne Leckie va desplegando poco a poco su complejo telón interestelar. Sin embargo, como suele ocurrir con las grandes novelas, el esfuerzo al final merece la pena.




Reseña "Lila"

miércoles, 26 de agosto de 2015

Aunque comencé este reto con tremendas ganas e ilusión, mi primer acercamiento a la longlist del Man Booker Prize 2015 no fue todo lo exitoso ni remunerador que cabría esperar. Creedme, he dejado constancia de ello. Sin embargo, teniendo a mano otros doce libros dispuestos a disipar el sabor agridulce que me dejaron McCarthy y su extraño experimento narrativo, decidí lanzarme rápidamente a por el siguiente candidato de la lista como quien espera sacar un clavo con otro clavo. Lo que no me imaginaba bajo ningún concepto es que Marilynne Robinson, una escritora de naturaleza más bien sosegada, que se toma tanto tiempo como ella estima oportuno para pulir sus historias, fuera capaz de anticiparse a mis movimientos con tanta agilidad y presteza, recibiéndome con los brazos abiertos desde el primer párrafo de su novela para explicarme con la paciencia de una abuela todo lo que aún no he aprendido sobre cicatrices y heridas.

Aunque esta obra supone la culminación de una aclamada trilogía que dio comienzo en Gilead y tiene su continuación en En casa (ambas publicadas en nuestro país por Galaxia Gutenberg), cada uno de los miembros que la componen funcionan perfectamente como órganos independientes. Es cierto que las tres comparten escenarios y personajes que podrían hacer aconsejable su lectura de forma ordenada, pero no creo que sea un factor determinante (definitivamente, no lo es en el caso de Lila) para sacarle el máximo partido a las historias que presentan por sí solas. Y la que Marilynne Robinson desarrolla a lo largo de las casi 300 páginas que tiene esta novela es de una belleza sobrecogedora. Una belleza que aquí no se entiende en el sentido clásico de la palabra, como algo relacionado con la bondad, la virtud o la pureza, sino como una poderosa fuerza vital que nace de las entrañas de la tierra e impregna hasta el más mínimo resquicio de la narración. La hermosura de este libro reside precisamente en su crueldad, en el tono descarnado y árido con que Robinson relata la dura infancia de su protagonista, una niña huérfana, desposeída, condenada a vagar por los rincones de ese páramo yermo y sin límites que era la Norteamérica de los primeros años posteriores a la Gran Depresión, con la única compañía de una mujer llamada Doll -que ejerce para con Lila el papel de mentora- y la acechante sombra del desempleo, la pobreza y el hambre persiguiéndoles en todo momento los talones.

A pesar de que la niñez de Lila y sus recuerdos fragmentados de aquella época constituyen una parte importante de la novela y nos ayudan a entender cómo sus diversas (en algún caso, extremas) vivencias han ido forjando su carácter, el tema fundamental de la obra comienza a esbozarse cuando Lila, huyendo de una tormenta que ha caído sobre ella, acude a refugiarse en la iglesia de una pequeña localidad del Medio Oeste llamada Gilead. Allí conocerá al taciturno pastor John Ames, un hombre atribulado por la pérdida de su mujer e hija que encontrará en Lila una fuente constante de fascinación e intriga capaz de vigorizar su fe deslustrada. Por su parte, casándose con un individuo al que todos los habitantes de Gilead parecen admirar, un señor que es más una autoridad que un simple ciudadano -pero al que nadie parece comprender del todo-, Lila estará convencida de haber dado con su refugio definitivo, un lugar donde reponerse de las inclemencias sufridas a lo largo de su vida y en el que obtener en compañía de su marido una dignidad que nunca antes había estado a su alcance.

A este respecto, Robert Louis Stevenson decía que el matrimonio no era más que una larga conversación. Pero en el caso de Lila y el reverendo Ames, esta sentencia es particularmente verídica. Desprendidos de cualquier atisbo de romanticismo, sus breves pero intensos diálogos son el perfecto engranaje que hace girar los mecanismos narrativos de la novela, disparando en Lila los más inesperados e imprevisibles impulsos, destapando recuerdos enterrados por puro instinto de supervivencia o sacando a relucir profundas reflexiones de índole religiosa, social, política o incluso existencial en un ámbito de lo más cotidiano. No me suelen agradar los libros con abundante contenido teológico porque los encuentro sumamente moralizantes y doctrinarios. No obstante, Marilynne Robinson integra dicha temática de manera sublime y consigue que nos sumerjamos en la lectura de diversos pasajes bíblicos con la misma curiosidad y conmovedora inquietud que invade a Lila cada vez que medita en ellos. Sin duda, la exquisita prosa de Robinson, marcada por un poderoso contraste entre sobriedad y calidez humana, es uno de los muchos puntos fuertes de los que goza la novela, siendo otro muy importante la enorme complejidad y riqueza de sus personajes, aventados por una laberíntica red de emociones que ninguno sabe muy bien cómo domeñar.

Por supuesto, no se trata de una novela perfecta. La trama de Lila presenta ciertos escollos (fundamentalmente, visiones deshilvanadas sobre la infancia y juventud de su protagonista que al principio cuesta descubrir hacia dónde conducen) que ralentizan el ritmo de la novela o que dan la sensación de extenderse un poco más de lo necesario. A pesar de ello, Lila me ha parecido en líneas generales una novela fantástica, violenta y visceral en ocasiones, pero tierna y acogedora en muchas otras; un duro rival a batir en el duelo por alzarse con el premio Man Booker de este año. Puede que Marilynne Robinson haya decidido cerrar indefinidamente la puerta que conduce a Gilead y sus inolvidables habitantes, pero lo cierto es que hay tres ventanas que todavía permanecen abiertas para todo aquel que quiera aventurarse en ellas y descubrir así la innegable calidad literaria de una autora tan recomendable como poco convencional. Yo, desde luego, no veo el momento de cruzar las otras dos que me quedan.




Once títulos para dar la bienvenida al otoño

martes, 25 de agosto de 2015

Lo sé. Quizá es un poco pronto para despedir el verano. De hecho, deshacerme de todo aquello que adoro de la época estival es algo que a día de hoy no me corre ninguna prisa. Por mucho que el calor apriete y los cuerpos suden, por muchos inconvenientes que la gente trate de hacerme ver, hay algo dentro de mi organismo que no está preparado para afrontar otro cambio de estación. Sin embargo, la llegada de cada nuevo curso trae consigo una necesaria e igualmente esperada reapertura del mercado editorial. Una prescripción masiva de libros para superar la nostalgia. La rentrée. Y claro, así todo es más fácil de sobrellevar. Por eso, después de haber indagado minuciosamente los círculos literarios que suelo frecuentar, aquí os dejo una pequeña selección con los lanzamientos editoriales más jugosos del próximo trimestre: 


1. Revival, Stephen King

No es ningún secreto que Stephen King es uno de mis autores favoritos. Por eso, tampoco es de extrañar que cada nuevo lanzamiento del escritor norteamericano sea recibido en este blog con una irreprimible oleada de expectación y entusiasmo. En septiembre llega a nuestras librerías uno de sus últimos títulos publicados: Revival, una inquietante historia con un toque sobrenatural que -me atrevería a decir- se aleja un tanto de su línea de terror clásico y ahonda en la relación que se forja a lo largo de las décadas entre un joven fascinado por la electricidad y un pastor religioso que parece guardar oscuros secretos. ¿Hace falta añadir algo más? No, salvo que nada malo puede salir de una fórmula narrativa como esa. Sin duda, me veréis leyéndolo como un poseso en cuanto se ponga a la venta. 



2. Trece monos, César Mallorquí

El sello de Penguin Random House especializado en literatura fantástica y de ciencia ficción se ha marcado una de las mejores portadas que he visto en lo que llevamos de año para recibir el regreso de César Mallorquí al relato corto, faceta que el escritor catalán ha tardado dos décadas en volver a cultivar tras la aclamada publicación en 1995 de El círculo de Jericó. Según nos cuentan desde la propia editorial, en este volumen Mallorquí añade a su ilustrado sentido de la irreverencia una dura mirada a la condición humana, reflexionando con humor y lucidez, a veces entre carcajadas, sobre la decadencia, la muerte o la falta de valores. Solo habrá que esperar un par de semanas para comprobar qué nos depara el nuevo libro de César Mallorquí, pero mi experiencia previa con otras antologías publicadas por Fantascy me dice que Trece monos es un título al que vale la pena seguirle la pista. 



3. Escucha la canción del viento y Pinball 1973, Haruki Murakami

Parece que las sucesivas candidaturas de Haruki Murakami a recibir el Premio Nobel y la apabullante repercusión mediática que generan sus obras han propiciado algo que parecía imposible hasta ahora: la exportación y comercialización masiva de sus primeros (y menos pulidos) títulos. Recogidas en un único volumen, a partir de octubre tendremos la oportunidad de disfrutar en nuestro país las dos primeras novelas del escritor japonés, dos historias estrechamente relacionadas entre sí y en las que ya se aprecian de manera evidente las inconfundibles señas de su identidad literaria. Sin duda, Escucha la canción del viento y Pinball 1973 supondrá un aperitivo idóneo para aligerar la espera ante la publicación de su siguiente novela.



4. Los interesantes, Meg Wolitzer

La colección contemporánea de Alba Editorial es toda una caja de sorpresas. Su último e inesperado trallazo editorial es Los interesantes, una novela ambiciosa y -como su propio nombre indica- de aspecto muy interesante que nos traslada al Nueva York de los años 70 para seguir las vidas de un grupo de jóvenes intelectuales y acomodados, obnubilados por una serie de aspiraciones tan diferentes como elevadas. A lo largo de sus 600 páginas, Meg Wolitzer entreteje las historias de todos estos personajes en un turbulento tapiz repleto de triunfos, fracasos, amores y esperanzas truncadas que pretende ahondar en esa brecha insalvable que separa la realidad de las expectativas que nos formamos sobre ella. Ganas de que llegue septiembre... ¡aumentando!



5. El hilo azul, Anne Tyler

Es muy probable que la nueva novela de Anne Tyler llegue a nuestro país con un pan debajo del brazo, y es que El hilo azul es uno de los títulos candidatos a alzarse el próximo mes de octubre con el prestigioso Man Booker Prize, uno de los premios más importantes que se conceden actualmente en lengua inglesa. Sin embargo, el atractivo de esta novela va mucho más allá de sus numerosas nominaciones a premios internacionales (también fue finalista en la última edición del Baileys Women's Prize): El hilo azul promete sumergirnos en los complicados entresijos de la dinámica familiar de una forma nunca antes vista, combinando con frescura e inteligencia las luces y sombras que arroja cualquier retrato generacional que se precie.  



6. Pequeño fracaso, Gary Shteyngart

La literatura no siempre es un pasatiempo placentero. Cada nuevo libro que pasa por nuestras manos es una invitación urgente a abandonar nuestra zona de confort. Empujar los límites de lo habitual hacia un lugar desconocido. Descubrir, colonizar, aventurarse. En mi caso, el género de no ficción es una asignatura pendiente con la que poco a poco estoy aprendiendo a convivir. Y este Pequeño fracaso, la autobiografía del que es considerado uno de los autores más divertidos de la literatura norteamericana contemporánea, es una piedra con la que no me importaría tropezar una vez que salga a la calle. La historia de cómo un niño judío experimenta con su identidad mientras aprende a desenvolverse en un mundo vertiginoso y repleto de cambios trascendentales es sencillamente un reclamo que no puedo pasar por alto.



7. El primer hombre malo, Miranda July

La novela debut de Miranda July es uno de los fenómenos literarios que más ruido ha generado durante los últimos meses en los ambientes por los que me muevo. Un estremecedor e irreverente manifiesto narrativo que pone sobre la mesa interesantes cuestiones sobre maternidad, identidad de género, feminismo, sexualidad y relaciones interpersonales, todo ello teñido con una peculiar dosis de humor que podría matar del susto a un lector de carácter conservador. De ella dicen que es la novela más incorrecta y extravagante que se ha escrito en mucho tiempo, dos cualidades que automáticamente estimulan mis centros de atención como si fuera un perro hambriento al que le ponen delante una jugosa chuleta. Así que recordad: El primer hombre malo llegará en octubre. No obstante, yo que vosotros iría poniéndole ya la mirilla...



8. Pureza, Jonathan Franzen

Seamos sinceros: Franzen no es el tipo más simpático del barrio. Su -para algunos, discutible- genialidad narrativa a menudo se ve eclipsada por sus polémicas declaraciones y otros menesteres que poco o nada tienen que ver con su literatura. Sin embargo, al autor de Las correcciones parece que aún no ha dejado de sonreírle la suerte. A pesar de sus deslices mediatizados (o quizás precisamente por eso), la gente continúa sintiendo apego por su delirante pretensión de escribir la Gran Novela Americana. Pureza es su más reciente y ¿exitoso? intento por lograr dicha empresa, una novela ambiciosa en todos los sentidos que nos pondrá en la piel de una joven dispuesta a lo que sea (incluso introducirse en misteriosas organizaciones clandestinas) con tal de averiguar el enigma de su verdadera identidad.



9. Lo que no te mata te hace más fuerte, David Lagercrantz

He aquí una novela que no necesita presentación alguna y que está llamada a convertirse en uno de los libros más vendidos del año. Millenium, la trilogía que consagró al ya fallecido Stieg Larsson como uno de los máximos representantes de la novela negra de origen nórdico, regresa a nuestras estanterías esta misma semana con su cuarta entrega, firmada por el escritor sueco David Lagercrantz. Aunque no confío demasiado en que este nuevo título sepa mantener el nivel que para mí tienen los tres anteriores, no cabe duda de que será todo un placer reencontrarse con los míticos Mikael Blomkvist y Lisbeth Salander, aparte de descubrir a qué nuevas amenazas habrán de enfrentarse para sacar a flote la revista que da nombre a esta saga superventas.



10. A mí no me engañas, Kelly Link

Justo cuando parecía que la obra de esta autora caería en un angustioso olvido, Seix Barral (que además guarda en la despensa novedades de, atención, Salman Rushdie y Don DeLillo) nos sorprende con la publicación de su más reciente colección de relatos. Por fin, alguien que sabe apreciar una buena dosis de fantasía alucinógena. Alguien que se ha dado cuenta de lo que Kelly Link provoca. Si aún no la conocéis, sabed que os estáis perdiendo un tipo muy especial de magia. Los cuentos de Kelly Link son tan pulp como sus portadas, un auténtico hervidero de ideas retorcidas, extraordinarias y un tanto escabrosas que dejan un reguero de víctimas al pasar por tu cerebro: la imaginación, el juicio, la razón, las emociones. Kelly Link es la antítesis de lo inocuo. Todo lo trastoca. Aun así, si creéis estar preparados para asumir el riesgo que conlleva adentrarse en su narrativa, 17 de septiembre es la fecha que debéis anotar en vuestras agendas.



11. Cuentos completos, E. L. Doctorow

Por supuesto, no podía faltar en esta lista el que es uno de los acontecimientos editoriales más importantes del año (podría decirse que hasta de carácter histórico): la recopilación -nunca antes realizada- en un solo volumen de los cuentos completos de E. L. Doctorow, reputado escritor norteamericano que falleció el pasado mes de julio, pocas semanas antes de ver cómo salía a la luz un proyecto en el que él mismo había colaborado para dar los primeros esbozos. Aunque conocía novelas como Ragtime o La feria del mundo, esta edición de los Cuentos completos que publica Malpaso la próxima semana parece una oportunidad perfecta para aproximarse a la producción literaria de este escritor oriundo del Bronx, galardonado hasta en tres ocasiones con el National Book Critics Circle Award y una vez con el National Book Award.



Como podéis comprobar, muchas y muy apetitosas son las novedades que nos esperan tras la vuelta de las vacaciones. Y eso sin contar las obras de arte que suele publicar Impedimenta o el impresionante lavado de cara que Penguin Clásicos sigue imprimiendo a obras clave de la literatura. Pero tranquilos, de eso hablaremos largo y tendido a medida que avancen las semanas. ¿Y vosotros? ¿Con qué libros tenéis pensado afrontar la recta final del año? :)

Reseña "Satin Island"

lunes, 10 de agosto de 2015

Yo prometí que esto no iba a suceder. Lo juro, tenía la firme intención de practicar el noble arte de la contención. Hice un pacto conmigo mismo para no embarcarme sin ton ni son en proyectos de envergadura desproporcionada. Sin embargo, parece que la gente pone piedras en mi camino con las que me gusta tropezar. Eso que empezó como una broma inocente, un chiste privado entre miembros pertenecientes al mismo grupo de apoyo, se ha acabado convirtiendo en un desafío de carácter intensivo capacitado para fagocitar cualquier otro foco de atención. La culpa es mía, por supuesto, por seguir frecuentando sin precaución alguna los mismos círculos de influencia. No debería codearme con individuos capaces de transformar mis más tímidas sugerencias en una auténtica maratón literaria. Pero seamos sinceros... ¿acaso seguirían siendo nuestros pequeños rincones personales la mitad de intensos, irracionales y divertidos, de no ser por todo ese brainstorming repentino que nos asalta de vez en cuando? Sea cual sea la respuesta, mi participación en el presente reto de abarcar la lista completa de nominados al próximo Man Booker Prize ya ha dado sus primeros frutos. Vayamos a comentarlos.

Ahora bien, para comprender a plenitud (si es que tal empresa es posible) todo lo que encierra una novela como Satin Island, es necesario tomar en cuenta algunas consideraciones previas. Por ejemplo, que Tom McCarthy (Residuos. Lengua de Trapo, 2007) parece haberse convertido en el adalid de una nueva literatura sin fronteras que persigue como principal objetivo el derrumbe y posterior exterminio de los cánones establecidos. Ni siquiera parece correcto calificar la obra de McCarthy como una simple 'novela', aun siendo ese el único sustantivo que se libra de ser tachado sin contemplaciones en la cautivadora cubierta de Satin Island. Tratado filosófico, ensayo, manifiesto intelectual. Cualquiera de las anteriores me parece una opción mucho más válida para describir aquello que va tomando forma bajo las directrices del escritor británico en un plano radicalmente distinto al de la novela tradicional. La ausencia palpable de argumento, la despersonalización de la voz narrativa, el propósito más que evidente de trascender cualquier corriente estética anterior... sin duda, McCarthy hace que Pynchon parezca un escolar con delirios de grandeza. 

A pesar de lo anterior, me deja pasmado la facilidad con la que uno se adentra en las agitadas corrientes de Satin Island sin llegar en ningún momento a perder la cordura. Puede que sea la de McCarthy una obra inusual, arriesgada y ambiciosa hasta el extremo (el protagonista, un antropólogo llamado U, recibe la comisión de elaborar un informe que condense la práctica totalidad del conocimiento humano), pero lo cierto es que la novela conserva un elevado grado de accesibilidad que hace de su lectura una experiencia agradable, estimulante y enriquecedora, en lugar de un impenetrable batiburrillo de circunloquios enciclopédicos sobre temas diversos. Desde el milimétrico funcionamiento del tráfico aéreo en un aeropuerto de enlace hasta el derramamiento accidental de vertidos petrolíferos al océano, pasando por el número de personas que mueren cada año por sabotaje de paracaídas o el modo en que el sistema de buffering se asemeja a nuestro modelo cognitivo, cualquier cosa que se os pueda venir a la mente es susceptible de aparecer entre las páginas de Satin Island para disparar en la prodigiosa Intranet que tiene nuestro protagonista por cerebro un apabullante torrente de conexiones temáticas, referencias cruzadas, pop-ups más bien anecdóticos e hipervínculos que conducen a tierras remotas del saber. Todo ello, claro está, obedeciendo a ese empeño ulterior de Mccarthy por condensar en poco menos de 200 páginas el inasible zeitgeist del nuevo milenio.
  
La prosa de McCarthy, virtuosa, inteligente, aguda, con ecos de Foster Wallace y J.G. Ballard, es más un escrutinio narrativo que una expresión artística. El carácter recurrente de ciertos temas y escenas de la novela revela un interés desmedido por encontrar patrones o puntos de repetición en el tejido de la realidad y descubrir de este modo la validez o no del titánico proyecto empresarial asignado a U. Pero al final, como lector, poco importa determinar hasta qué punto la novela de McCarthy tiene sentido, si es un pretencioso desvarío intelectualoide o una genialidad sin precedentes. Lo único que te apetece al llegar a la última página de Satin Island es echarte una cabezadita y olvidar el mayor número posible de datos almacenados. Al menos, ese ha sido mi caso. Tampoco me malinterpretéis: no me arrepiento en absoluto de haber leído esta obra. Aún así, confieso que me ha parecido un chiste sin gracia, carente de grandes aportaciones literarias -solo conceptuales- y en el que tampoco me han quedado muchas ganas de indagar tras una, eso sí, muy amena lectura. ¿Acabará Tom McCarthy, contra todos mis pronósticos, alzándose con el ansiado premio al que aspira Satin Island? ¿Veremos próximamente publicada esta novela bajo el amparo de una editorial transgresora y sin tapujos como, por ejemplo, Alpha Decay? ¿Quedará en entredicho a partir de ahora mi despiadada reputación como crítico amateur? Preguntas, preguntas. Solo el tiempo nos proporcionará las respuestas.        




Resumen de lecturas [Julio 2015]

domingo, 9 de agosto de 2015

Hola. ¿Te acuerdas de mí? Sí, soy yo; ese chico que solía escribir por aquí (entre otras cosas) sus impresiones sobre los libros que leía. Para ser sinceros, no estoy seguro de recordar bien cómo se hace porque ha pasado casi un mes desde que no actualizo este cuaderno de bitácora online. Parece un dato trivial, nimio, irrelevante, pero lo primero que viene a la mente durante un súbito reencuentro es todo ese intervalo de tiempo transcurrido que de repente cristaliza y estimula nuestros mecanismos dedicados a la elaboración de excusas. La falta de horario, de ganas, de contenido. El verano y sus múltiples ausencias implícitas. Desde luego, no está siendo la actual una estación particularmente fecunda. De hecho, el de 2015 tiene muchas posibilidades de pasar a los anales de la historia como uno de mis peores estíos en términos de productividad literaria. No obstante, el mes de julio ha traído consigo un par de ases guardados bajo la manga. Libros del tipo que a mí me gusta llamar explosivo, inflamable. Libros cuya temperatura cercana al punto de ebullición poco o nada tiene que ver con una prolongada exposición al sol. Cameron, Basabe, Murakami, Spanbauer. No, no estoy hablando de cócteles que puedes pedir en cualquier chiringuito a pie de playa. Son sinónimos de fuego y quemaduras de tercer grado. Bidones de combustible. Cerillas con las que provocar un incendio. Olvidaos del terrorismo forestal. España está siendo azotada por una oleada de pirómanos involuntarios que leen donde no deben. Así que no os quedéis aquí pensando que vais a encontrar refrigerio ni remedios infalibles para combatir la deshidratación. El verano quiere que ardas. Y yo, por suerte, me he topado con algunos títulos que te ayudarán a conseguirlo.   




Aquella tarde dorada, Peter Cameron - ★★★★

Los libros de Cameron se leen como el discurso tambaleante de un adolescente con problemas de autoestima. A veces no sabes muy bien lo que quiere decir. A veces cuesta arrancarle las palabras adecuadas. Sus historias están labradas en el incómodo silencio de quien precisa andarse un buen rato por las ramas antes de soltar una revelación brutal. Sin embargo, todos esos escollos presentes en el canal comunicativo derivan en un magistral estudio de campo sobre las relaciones interpersonales que solo un escritor como Peter Cameron podría llevar a cabo. Pocos autores son capaces de emocionar tanto haciendo empleo de tan pocos recursos narrativos, pero Cameron nos deleita una vez más con una novela que ya se editó en España bajo el título La ciudad de tu destino final y que nos hará viajar hasta los confines del continente sudamericano para conocer los entresijos de una peculiar familia lastrada por la pérdida.   

Yo te quise más, Tom Spanbauer - ★★★★★

Sin apenas proponérselo, esta novela se ha convertido en el epicentro de mis furores más íntimos. El solo recuerdo de sus recovecos argumentales basta para hacer saltar chispas a mi alrededor. Y es que sucumbir ante la narrativa de Spanbauer es un arriesgado acto de sumisión en el que tú te entregas a la historia que está ocurriendo delante de tus ojos y rezas con todas tus fuerzas para no salir escaldado. Pero, oh, amigos: rezar sirve de poco. Una vez que empiezas a leer, ya eres otra víctima más de Spanbauer y su triángulo de amor bizarro. Para no desvelar demasiados detalles de la trama (hacerlo supondría arruinar gran parte de su encanto), solo puedo adelantar que Yo te quise más me parece un duro contendiente en la pelea por alzarse con el título a mejor novela del año. Casi nada. Pero si no te has quedado convencido, aquí te explican mucho mejor por qué estás tardando en leer esta magnífica novela.

Los consejos de la paloma, Stephen Kelman - ★★½

Este es uno de esos libros que por su extrema peculiaridad obligan al lector a tomar posiciones muy alejadas de lo que se considera habitual. En mi caso, Los consejos de la paloma funcionó bastante bien durante su primer tercio; Kelman consigue crear una voz única a partir de los deslavazados pensamientos de su protagonista, un niño de once años procedente de Ghana que subsiste en un suburbio londinense frecuentado por individuos de la peor calaña. Se trata de un singular coming-of-age repleto de reflexiones involuntarias sobre la madurez, la amistad, la familia, la a veces indescifrable relación con el sexo opuesto y el desarraigo propio de quienes pasan largas temporadas fuera de casa. No obstante, este batiburrillo de conversaciones y escenas cotidianas preñadas de una violencia connatural al ambiente en que se desarrolla no me ha bastado para encontrar completamente satisfactoria su lectura, aunque sí para reconocer la validez de su propuesta. Así que no lo descartéis de inmediato, puede que lo encontréis mucho más remunerador que yo.




En una estación roja, a la deriva, Aliette de Bodard - ★★★½

El verano es también una época propicia para consumir ficción especulativa. Y qué mejor manera de hacerlo que encomendándose a las multipremiadas manos de Aliette de Bodard, una escritora de ascendencia franco-vietnamita que sabe explotar hasta las últimas consecuencias todo el poder de su exótico acervo cultural. Bodard plantea en lo que se conoce como Universo de Xuya un curso histórico alternativo que ha desembocado en una guerra intergaláctica, donde inmensas naves espaciales son gobernadas por híbridos humano-máquina y abarrotadas mentes colmena albergan en un solo cuerpo un problemático racimo de generaciones previas. Este imponente entramado narrativo configura la escenografía de una historia que gira en torno a la lucha de poderes, la decadencia de los valores tradicionales y, en general, lo extremadamente complicado de las relaciones humanas. Muy recomendable.

Glow, Ned Beauman - ★★★

Teniendo en cuenta que Beauman es autor de uno de los libros más divertidos, irreverentes e inclasificables que se han publicado en los últimos años, esta segunda aproximación a la obra del joven escritor británico encierra un decepcionante saldo comparativo. En efecto, no es Glow el mejor sucesor de ese monumental El accidente del teletransporte que cabría esperar, pero aún así conserva algunas características interesantes que la convierten en una novela muy loca, imprevisible y camaleónica, una aventura por los subterráneos del narcotráfico que tan pronto se convierte en una emocionante historia de espionaje industrial como en un psicodélico viaje de ácido en busca de un colega desaparecido. No, no os podéis perder a Ned Beauman.

Gracias por la compañía, Lorrie Moore - ★★

La compañía y poco más puedo agradecer a una autora que no ha conseguido en nuestro primer contacto estar a la altura de las expectativas. Hay algo en la prosa de Moore que es de una calidad indiscutible, una suerte de experiencia vital acumulada filtrándose en cada página que impone y despierta la más absoluta reverencia. Como escritora, me interesa la amplitud y claridad de su mirada, su profundidad; no obstante, no siento el más mínimo aprecio hacia el lugar donde la enfoca. Ocho relatos teñidos de dolor enmascarado, pesadumbre, pesimismo, resignación, humor cenizo y pobres perspectivas de futuro, situados sobre un escenario político tan deplorable (la presidencia de Bush y era post 11-S) que convierte en prescindible y vacua cualquier crítica que se le haga. Solo el tiempo dirá si Moore y yo nos damos una segunda oportunidad.




El límite inferior, Nere Basabe - ★★★½

Poco a poco, el catálogo editorial de Salto de página se va perfilando como uno de mis principales proveedores de material combustible. Basabe es uno de tantos y dichosos descubrimientos realizados a través de este sello y su novela El límite inferior un perfecto ejemplo de lo contundente que puede llegar a ser la llamada 'literatura de la crisis' cuando se unen un argumento prometedor y un maravilloso desarrollo de los personajes. Pueblo fantasma que en verano se convierte en un residencial superpoblado. Una tormenta imprevista. Cuatro protagonistas endiabladamente retorcidos y sin escrúpulos. Un niño desaparecido. En resumen, una novela digna de leerse aunque solo sea para descubrir cuántas cosas hace estallar Nere Basabe con esa mezcla tan volátil.

Hombres sin mujeres, Haruki Murakami - ★★★★

Antes de este libro, he de confesar que Murakami y yo habíamos pasado muchos meses sin toparnos el uno con el otro. Desconozco hasta qué punto era necesario declarar una tregua, pero el tan esperado reencuentro me ha dejado claro que distancia y tiempo no son factores que puedan erosionar cualquier relación. Así es, el amado/odiado gen Murakami permanece intacto (si acaso reforzado) en los siete cuentos que componen el presente volumen. Ningún cambio radical ni revolucionario hay por descubrir en esta última tanda de relatos que nos trae el escritor japonés: sus personajes transitan los mismos y solitarios flujos narrativos, dejando a su paso un perturbador rastro de tristeza, melancolía y alienación especialmente contraindicado para individuos en bajo estado de ánimo. Tal y como indica su título, existe en Hombres sin mujeres la intención de entrelazar todas las historias bajo un mismo denominador común: una omnipresente ausencia femenina que ejerce como hilo conductor de todos esos sentimientos que explotan sin hacer ruido a lo largo de la antología. Emociones raras, complejas, desconocidas, todas se van acumulando en una especie de marea que lentamente se desborda y te ahoga. El resultado, un libro demoledor de principio a fin que, bajo mi punto de vista, se encuentra entre las mejores producciones del autor.

Trainspotting, Irvine Welsh - ★★★½

Tengo en casa una estantería especial. Una balda dedicada exclusivamente a toda esa literatura lisérgica que rige el funcionamiento de la narrativa mediante una serie de reacciones químicas. Sobra decir que, de entre todos los títulos disponibles, Trainspotting conforma el buque insignia de este modesto repertorio aún en proceso de construcción. Y aunque llevaba bastante tiempo queriendo leerlo, ha sido mi reciente escapada a Edimburgo, ciudad en la que transcurre mayoritariamente la acción de la novela, el impulso definitivo que necesitaba para lanzarme al fascinante mundo de la drogodependencia como movimiento político. Sin duda, Trainspotting es todo lo que se pueda esperar de ella y más. Es sucia, inmunda, despiadada, cruel y, en ocasiones, asquerosa hasta niveles nauseabundos. Constituye una impagable y extraordinaria crónica social del momento en que se inspira. Está plagada de personajes, escenas, diálogos y situaciones brillantes. Y aún así, tal y como me sucedió con En el camino, no he logrado conectar con la novela de Welsh a un grado más profundo que el de mero reconocimiento de sus méritos. Lo cual está muy bien, por supuesto. Pero no sé... será que las drogas no están hechas para mí.


 
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